Exteriores gestiona la liberación de un empresario catalán retenido en Teherán

El Ministerio de Asuntos Exteriores está a la espera de una respuesta oficial iraní a la nota verbal hecha a comienzos del pasado mes de mayo por el embajador español en Teherán, en relación con el empresario Antonio Sadurní Quintero, retenido en la capital iraní desde el pasado mes de febrero. "Sabemos muy poco y nos dejan decir menos", dijo una fuente diplomática en referencia al mutismo informativo y la prudencia pedida por la familia Sadurní."No tengo ningún comentario que hacer. Mi marido está fuera de España y cuando vuelva, si necesita algo de ustedes, ya les llamará", fue la escueta y única respuesta de su esposa, desde su domicilio de Barcelona. La mujer se negó a entablar la más mínima conversación y colgó el teléfono.

Las mismas fuentes diplomáticas señalan que el empresario catalán, apoderado de la empresa Gallimpex, con sede en Suiza, nunca ha estado detenido por las autoridades iraníes, quienes le retiraron el pasaporte cuando llegó a Teherán, "hasta aclarar unas diferencias de interpretación" sobre un contrato de armas vendidas a Irán. Al parecer, los iraníes están investigando si el empresario Sadurní o la empresa que representa hizo pagos llegales en las transaclones que realiza en aquel país con el Ministerio de Defensa. Sadurní está alojado en el hotel Homa, de Teherán, y tiene libertad de movimientos, aunque esté vigilado por las autoridades iraníes.

Las mismas fuentes añadieron que tanto el empresario como su familia han pedido la no intervención de las autoridades españolas en este tema, que esperan que quede resuelto satisfactoriamente una vez aclaradas las investigaciones emprendidas por los iraníes. Tanto la familia como el interesado han sugerido que cuanto más ruido se haga en tomo a este tema, más posibles dificultades y demoras puede tener la solución definitiva.

En medios oficiales se señala que no parece que la retención del empresario español esté relacionada con el asunto del Irangate, y añaden que, en cualquier caso, al no estar formalmente detenido, no se pueden llevar adelante acciones de protesta u otras gestiones oficiales.