Menese el Grande

Aunque él es más bien bajo, hay que decirlo una vez más: Menese es un inmenso cantaor. El recitar que dio en el Círculo es de los que dejan huella, porque no puede olvidarse fácilmente tanta grandeza..Su cante por siguiriyas fue imposible, inaudito, algo literalmente que no se puede explicar, demasiado grande. Y en todo lo demás que hizo rayó a semejante altura.

Enrique de Melchor le acompañó a la guitarra, con la maestría de que sólo él y muy poquitos más son capaces. Se estableció así un hermoso diálogo entre cante y toque, una maravilla no frecuente, a la que estos dos artistas nos tienen acostumbrados en sus frecuentes actuaciones juntos.

En la última sesión del ciclo, las hermanas Albarrán presentaron un espectáculo que será bueno cuando lo afinen y le quiten la ganga que les sobra. Hay cosas en él que quizá en un tablao son aceptables, pero no en estas noches flamencas que nacieron bajo el signo del máximo rigor. El baile flamenco no necesita todo eso para ser bueno; le basta con un buen toque, un buen cante y poco más. El resto sobra.