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FERIA DE SAN ISIDRO

Victorino: "Los toreros no entendieron mis toros"

El ganadero Victorino Martín se mostraba satisfecho del comportamiento de sus toros en la corrida de ayer, a pesar de que cree que pudieron dar más juego: "Pero los toreros no los entendieron completamente". Victorino reconocía que los toros salieron con poca fuerza y por eso se defendían al ahogarles la embestida: "Ios diestros debieron lidiarlos dándoles distancia, habría sido más lucido para ellos y para los animales".

El primero de la tarde fue devuelto al corral por sus continuas caídas, lo que no significaba una afrenta para el ganadero: "sólo un pequeño tropiezo del que no estoy libre, aunque habrá quien se alegre". Como contrapartida, Victorino destacaba la casta, clase y bravura de todos sus animales, sobre todo del quinto.

Victorino comentaba que sentía mucho la cogida de Cancela, "pues estaba toreando maravillosamente bien, pero se quedó demasiado quieto, sin dar salida al pase, lo que es un mérito, pero no siempre se puede hacer. Le ha faltado la lógica experiencia, aunque le veo en figura". Se alegraba del triunfo de Campuzano, .que lo necesitaba", añadía, "y conseguirlo con mis toros, en Madrid, y con televisión le debe dar muchos contratos", así como de la buena labor de Mendes, "que si mete la espada corta cuatro orejas", finalizó. El ganadero echó en falta a Ruiz Miguel, al que considera el mejor lidiador de sus toros: "Sin desmerecer a otros, pero él los sabe lucir como nadie". Otra corrida de Victorino está contratada para la próxima feria de otoño.

La cogida de Cancela

La apararosa cogida que sufrió, en el tercero de la tarde, Carlos Aragón Cancela, parecía mucho más grave por su aparatosidad de lo que luego fue. Cancela entró en la enfermería inconsciente en brazos de varios subalternos, uno de los cuales, Manolo Montoliú, de la cuadrilla de Víctor Mendes, llevaba la mano derecha llena de sangre. La preocupación se reflejaba en el rostro lleno de lágrimas de su apoderado, el matador de toros retirado Andrés Vázquez.A los pocos minutos de comenzar la operación, que duró poco más de media hora, y fue realizada por el doctor García Padrós, se supo que el percance no era peligroso, ya que las dos trayectorias de la cornada eran limpias y no afectaban a ningún vaso importante, aunque producían destrozos musculares. Instantes después del ingreso del torero en la enfermería, un policía de paisano de la escolta del Rey se interesaba en nombre de éste por el estado de Cancela.

Mientras el mozo de espadas del diestro, Pichaque y el primo del torero, el también matador, Luis Cancela, recogían la taleguilla ensangrentada y agujereada del herido, su apoderado, todavía con lágrimas, pero más tranquilo, se quejaba de mala suerte: 'Te ha cogido por torear despacio y relajado, aún siendo consciente del peligro. Espero que el público de toda España haya sabido valorarlo".

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