Salvador Jorge Blanco & Cía.
Corrupción y rapacidad sin cuento son achacadas al último Gobierno dominicano
"En los últimos días, antes de entregar el poder, los del Gobierno de Jorge Blanco robaron hasta las letras de metal de algunos monumentos nacionales", comenta, indignado, un comerciante en Santo Domingo; "pero ahora esto se acabó. Balaguer está cumpliendo lo prometido y metió a esa banda de ladrones en la cárcel".Lo de menos fue el robo de las letras de los monumentos. El Gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD, socialdemócrata), del presidente Salvador Jorge Blanco, resultó ser uno de los más rapaces de la historia dominicana. La corrupción determinó que el pueblo dominicano, hace un año, prefiriese llevar a la presidencia a un anciano de casi 80 años y ciego, Joaquín Balaguer, antes que repetir la experiencia de un nuevo Gobierno perredista.
En Santo Domingo todos comentan la irresistible ascensión de Leonel Almonte, una especie deasesor económico presidencial, que en pocos años pasó de vender enciclopedias por las casas a propietario de bancos, periódicos y cadenas de radio y televisión bajo la protección del presidente Jorge. Hoy Almonte espera en la cárcel su enjuiciamiento. Jorge se repone en Estados Unidos de un espasmo cardiaco, del que muchos en la República Dominicana creen que se trata solamente de una lesión táctica, provocada por el miedo a dar con sus huesos en prisión, sobre todo después que Venezuela se negó a conceder asilo político al ex presidente, que se había refugiado en la Embajada venezolana en Santo Domingo para evitar ir a la cárcel.
Encarcelados esperan su proceso también el ex ministro de Defensa, y ya ex general, Manuel Cuervo, que se ha declarado en huelga de hambre ante la negativa del juez a concederle la libertad bajo fianza. Cuervo fue a la cárcel por las compras irregulares efectuadas por las fuerzas armadas a empresas vinculadas a Juan Peña Valentín, quien está considerado como un testaferro de Almonte, el asesor económico de Jorge.
Ante la comisión que le interrogó, el ex ministro de Defensa Cuervo declaró sobre las compras de unos vehículos: "Nunca tuve que ver con ellos. Recibí una orden del señor presidente de la República de comprarle a esas firmas comerciales; fue él quien nos prohibió terminantemente comprarle a otras casas comerciales". Más adelante declaró Cuervo que "todas las negociaciones venían impuestas de orden superior, es decir, del señor presidente de la República". También dijo Cuervo que muchas de las órdenes de pago tuvo que firmarlas "en el propio palacio nacional, los días 13, 14 y 15 de agosto pasado". El 16 de agosto Jorge entregó el poder a Balaguer.
En términos parecidos a Cuervo se expresó ante sus interrogadores el ex general y ex jefe de la Policía Nacional Juan José Rodríguez: "Ni yo, como jefe, ni el intendente teníamos potestad para fijar el precio a esas compañías que están envueltas en la venta de esas mercancías ( ... ).
No nos daban la oportunidad de discutir precios. Esto fue así porque eran órdenes impartidas desde la presidencia de la República".
Malversación
La comisión investigadora de las compras del Ejército y la policía llegó a la conclusión de que "al examinar cuidadosamente cada una de las 365 órdenes de compra puestas a nuestra disposición, sólo en 10 de ellas no encontramos ninguna irregularidad; pero en las restantes 355 pudimos determinar diferentes tipos de irregularidades, tales como: órdenes con sobreprecio, órdenes donde las mercancías descritas difieren de las realmente entregadas a la Policía Nacional y órdenes cuya mercancía nunca fue entregada a la Policía Nacional".Desde que asumió el poder, Balaguer empezó a sacar cada lunes, en el canal de la televisión del Estado, a un alto funcionario que presenta ante el público un balance de cómo encontró su departamento y las irregularidades cometidas en el Gobierno anterior.El director nacional del Presupuesto, José Guzmán, expuso que las compras del Ejército y la policía durante la presidencia de Jorge ascendieron a unos 280 millones de pesos (10.000 millones de pesetas al cambio de hoy), y .el "75% de esas compras, según lo informado por los diferentes intendentes de las fuerzas armadas y la Policía Nacional, se adquirió a través de las casas comerciales que de una u otra manera tienen que ver con el ex asesor presupuestario del poder ejecutivo, el señor Leonel Almonte, a través del señor Juan Tomás Peña".
En la revisión de la contabilidad ni siquiera aparecieron 85.000 dólares (10,5 millones de pesetas hoy) que se habían desembolsado para un viaje de Jorge a Panamá y Costa Rica y que fue anulado a última hora. El director presupuestario llegó a la conclusión de que "debo sincerarme ante la ciudadanía dominicana, asegurándole que nuestra situación económica luce preocupante. Sólo un milagro de Dios, sólo la mirada compasiva de Nuestra Señora de la Altagracia, aupando las aspiraciones del doctor Joaquín Balaguer, excelentísimo presidente de la República, permitirán que la nave de la nación arribe a buen puerto".
Las denuncias de Balaguer y sus funcionarios encontraron un multiplicador en el abogado Marino Vinicio Castillo, conocido popularmente en el país como Vincho. El abogado fue candidato a la presidencia en las pasadas elecciones y sólo obtuvo unos 7.000 votos, pero ahora Vincho es uno de los hombres más populares del país, con sus filípicas sobre la corrupción y contra Jorge y su gente. Denuncia Vincho que las tres empresas que se llevaban el 75% de las compras del Ejército y la policía eran "compañías fantasmas", con sólo 10.000 pesos de capital (unas 350.000 pesetas), y que siguieron operando
a pesar de haber sido disueltas a toda prisa.
Jorge y la juez Francia
La detención y encarcelamieqto del general Peña y del hombre de negocios Almonte empezó a cerrar el cerco en torno a Jorge, quien, tras varias negativas, tuvo que comparecer finalmente ante Concepción Francia Martínez, una juez de instrucción de aspecto insignificante y humilde que .no pesa ni 50 kilos. Después de un interrogatorio de unas nuevehoras, la juez comunicó al hombre que hasta ocho meses antes había gobernado la República Dominicana que quedaba detenido.Jorge hizo caso omiso de la orden y huyó del juzgado a su casa con sus guardaespaldas, y en la noche buscó refugio en la Embajada de Venezuela, de donde salió a una clínica aquejado de una dolencia cardiaca. Esto le permitió finalmente salir a Estados Unidos para ser reconocido; pero antes de abandonar el país las autoridades prepararon la documentación que le otorgaba la condición de preso preventivo en una cárcel de Santo Domingo, donde ya están encerrados sus compañeros de fatigas y los altos mandos militares implicados en la corrupción.
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