Dietas
Leo que han inventado un huevo sin colesterol. Fantástico, me digo. Recorro las principales tiendas especializadas y ni rastro del histórico descubrimiento que nos salvará del infarto. Regreso a la cocina sin el nuevo huevo de Colón después de peregrinar por los santuarios nutritivos, aunque con la cabeza atiborrada de inéditas y contradictorias recetas para la nueva temporada dietética. La primera conclusión es que ya hay más dietas que corrientes filosóficas posmodernas, sectas religiosas, diseñadores de sillas revolucionarias, películas subvencionadas, premios literarios, novelistas inéditos e inspectores de Hacienda. Lo difícil en estos momentos no es ponerse a dieta, sino elegir la dieta. Los efectos adelgazantes o purificantes no importan demasiado; lo esencial es practicar el régimen de moda, exhibir el último grito en la ceremonia de la mortificación nutritiva. Más todavía, ya ni siquiera te juzgan por la silueta lograda, sino por la dieta utilizada. Es como el arte moderno: lo único que cuenta de la exposición es el catálogo. Incluso ya existen catálogos sin exposición.La segunda conclusión es que todo lo que ayer era sano, hoy resulta peligroso. Correr por las aceras con una liga en la frente es malo, una verdadera agresión contra el cuerpo. Ahora se trata de pasear, de no transgredir los cuatro kilómetros por hora, de sustituir el look del jogging por el ritmo del jubilado. Los alimentos naturales, otro mito que se derrumba. Después de habernos pasado temporadas enteras mordisqueando zanahorias, masticando espinacas y devorando toneladas de coles de Bruselas, resulta que esos alimentos naturales, según la autoridad del doctor Bender, son tan dañinos como los perros calientes. Entras en un McDonald's dispuesto a recuperar el tiempo perdido, pero, ay, descubres que ahora te ofrecen ensaladas, bocadillos vegetales, macedonia de frutas y, el colmo, hamburguesas bajas en calorías. Tercera conclusión: lo único bueno de la dieta, de cualquier dieta, es su transgresión. ¿Para cuándo esa dieta que autorice todo lo que las demás prohíben?
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