Las cosas de Susana
Si una persona que no tiene nada que ocultar es una persona honesta, Susana Estrada es una santa: no tiene nada que ocultar, y lo enseña todo con naturalidad y desparpajo no aptos para menores, señoras de edad, cardiacos y moralistas.La Estrada es una vedette asilvestrada y montaraz, que adquirió notoriedad como abanderada del erotismo salvaje en los tiempos de la transición. Es tan valiente y tan guerrera que se ha pasado la vida luchando a pecho descubierto.
Precisamente, uno de sus pechos dio la vuelta al mundo en una fotografía en la que aparecía tan fresco, al lado mismísimo de Tierno Galván.
Mientras que en los escenarios daba clases prácticas de despendole, la parte teórica la ejercitaba desde su consultorio sexual en una revista de destape. Los consejos que impartió la ocasionaron 14 procesos por escándalo público y la retirada del pasaporte. Escribió también un libro elocuente, Susana Estrada, húmedo sexo, que fue retirado de la circulación por la autoridad judicial.
Machos 87
Protagonista: Susana Estrada. Figurines: Miguel Ligero. Arreglos musicales: Manolo Gas. Coreografía: Giorgio Aresu. Pasapoga. Madrid, desde el 20 de mayo.
Diálogos del Aretino
La verdad es que Susana no ha tenido suerte con la cultura, a pesar de lo cual el número más fuerte de este su nuevo espectáculo está calcado de uno de los diálogos del Aretino: la vedette se coloca en sus partes bajas un artilugio a manera de mastodéntico bálano y, ante el pasmo de la concurrencia, se lo introduce por el recto a uno de los machos de su ballet. Todo ello con un fondo de música gregoriana. El final del show es la apoteosis de un auto sacramental canalla: Susana se somete a una crucifixión.La chica no se corta un pelo ni tiene pelos en la lengua. Quizá por esta razón hace un elogio entusiasmado de los calvos, de quienes llega a afirmar que son los más machos, alegando que la fuerza y el vigor que se les escapa de la cabeza van a parar a las partes más casquivanas de su anatomía. También se muestra muy preocupada por los misterios, hasta el punto de que se pasea por la sala solicitando a los caballeros que la descubran sus respectivos misterios.
Susana Estrada es una intelectual pirata, que va pregonando por los tugurios las excelencias del sentimiento fálico de la vida: el hombre y la mujer no están hechos de barro, sino de polvo.
En esto coincide con el más acendrado ascetismo: "Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás". Ella se ha agarrado como una lapa a ese axioma. Los que piensan que el seso está en el sexo pueden considerar a Susana Estrada como su patrona, su musa, su referencia. Las cosas de Susana son así.
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