Esther Williams 'in memoriam'

Aunque lo niegue con todas sus fuerzas, el trabajo de Daniel Larrieu le debe mucho al ballet acuático y a la natación sincronizada. Hay hoy día muchos trabajos coreográficos (o pretendidos experimentos de coreografía) cuyo destino no es la escena viva, sino el registro magnético y el monitor. La culpa fue del venerable Merce Cunningham. Waterproof existe así, basado en los medios mecánicos de registro previos a la representación y a una herencia en cierto modo decorativista y sin peso intelectual, pero de amplia divulgación. Las secuencias subacuáticas de Waterproof logran captar el ánimo (o desánimo) de Larrieu por el orden y la previsión coreográfica y en ellas está la esencia estética de la obra.Hay una vocación subliminal y acaso irónica de ese ballet acuático convencional que la reina del agua, Mrs. Williams llevó a cotas hollywoodienses. Waterproof es la Escuela de sirenas, pero vista por el ojo de Milo Manara y el agudo y chocante diseño de un hombre de los años ochenta. Larrieu es llamado la oveja negra de su generación y tampoco es eso. Él se interesa por renovar el parque ambiental de la danza y de ahí sus hallazgos y tropiezos. Las caricias líquidas, el acto de aseo como convención erótica, el concertante de las inmersiones con los brazos en alto o los equilibrios a punta en el fondo de la piscina son ejercicios llenos de belleza y de auténtica danza.

Suerte logística

Larrieu estudió dibujos animados y de ahí la suerte logística, tecnológica de su trabajo y ese aire quasi mecánico de sus estructuras de movimiento. Brigitte Paulino Neto dice que los bailarines se vuelven anfibios, y efectivamente los cuerpos se transmutan al cambiar de elemento, un propósito dado por añadidura que convierte la danza en un acto dentro del claustro materno. La coherencia del espectáculo la facilita la omnipresencia del líquido. Larrieu apuesta fuerte por la dispersión no haciendo ningún esfuerzo por establecer recorrido dramático alguno, sino varias presencias simultáneas ante las que se puede permanecer incluso indiferente.Los valores críticos del espectáculo están en su enajenación hacia lo alternativo en conexión con el deporte, el vídeo arte y el mercado publicitario (se incluye la proyección de un spot de relojes). Larrieu es original, difícil y sobre todo inquieto. ¿Dónde bailarán sus chicos la próxima vez? Habrá que seguirle, pues de su talento y su mirada hay que esperar cualquier sorpresa.