Un mundo de niños

El nacimiento de un bebé el próximo verano en cualquier lugar del mundo significará que la población mundial habrá alcanzado los 5.000 millonesde habitantes. ¿Es esto motivo de celebración o de alarma? Una causa para celebrarlo debe ser que este aumento demográfico es el reflejo de los grandes avances logrados en la medicina y en el nivel de vida. El término medio de esperanza de vida se ha situado alrededor de los 60 años, tres veces más que a mediados del siglo XVII, cuando la población ascendía a 500 millones de habitantes. Otra causa de celebración tiene que ser el que el hombre ha llegado a poder contemplar el futuro con mayor equilibrio que hasta ahora, ya que ha llegado a demostrar que es autosuficiente. En Europa y Estados Unidos no hay escasez de alimentos, sino superávit.Pero la población aumenta en proporción inversa a la capacidad de la sociedad para alimentarla. Nueve de cada diez bebés nacen en el Tercer Mundo. Asia albergará a casi la mitad de la población mundial hacia el año 2020, y África triplicará la población de Europa pese a las pestes, el hambre y la sequía. En las sociedades pobres, en las que la mortalidad es alta, las familias son grandes por varias razones, una de las cuales es la certeza de que muchos de sus miembros no podrán sobrevivir. El corolario es que el tamaño de,las familias decrecerá cuando la pobreza retroceda, y con ella, la mortalidad infantil.

27 de mayo