Detenido en Argentina un militar que se negó a jurar la Constitución

El ministro de Defensa del Gobierno argentino, Horacio Jaunarena, ordenó ayer el arresto del mayor Eduardo Villarroel, segundo jefe del Regimiento 37 de Infantería del Ejército de Tierra -ubicado en Río Mayo, provincia del Chabat, a unos 2.000 kilómetros al sur de Buenos Aires-. El oficial, un ex comando de la guerra en las islas Malvinas, se negó a comprometerse públicamente en defensa de la Constitución nacional.

La nueva fórmula de juramento -"hasta perder la vida"-, de acuerdo con una ley votada en octubre pasado por ambas cámaras del Parlamento se puso en práctica el lunes cuando se evocó en todas las unidades militares el 177 aniversario de la Revolución de Mayo.El periódico Ámbito Financiero, portavoz habitual de la derecha civil y militar, había adelantado que algunos oficiales de las fuerzas armadas se neganan a prestar ese juramento, y destacó ayer, en particular. la resistencia de un curso completo integrado por oficiales del Ejército de Tierra, con grado de capitán, que estudian en la Escuela Superior de Guerra. Ya durante la crisis de la Semana Santa, 22 oficiales de la misma graduación abandonaron la escuela para adherirse a los jefes sediciosos atrincherados en una unidad militar.

Esos 22 capitanes fueron destinados luego a regimientos del interior del país, aunque se les prometió que el año próximo podrían reanudar el curso. El secretario de Inteligencia del Estado Facundo Suárez, negó la existencia de un nuevo foco de rebeldes.

La ruptura horizontal de la cadena de mando dentro del Ejército de Tierra y de la Marina se advierte en los permanentes reclamos a la "unidad, la disciplina y el sacrificio generoso tanto en la gloria como en la adversidad" que hacen los jefes de Estado Mayor. Los núcleos de resistencia a la revisión de la llamada guerra sucia se encuentran entre los grados de capitán, mayor y teniente coronel.

Son los mandos que participaron activamente en la feroz represión desatada contra la guerrilla de izquierdas por la dictadura y fueron años más tarde jefes de comando durante la guerra de las islas Malvinas en 1982. Entre ellos circulan panfletos que redacta la ultraderecha civil.

La mayoría de esos textos glorifican a los "héroes de Malvinas" - los tenientes coroneles Aldo Rico, líder de la rebelión de Semana Santa, y Mohamed Alí Seineldin, destinado ahora a la Embajada Argentina en Panamá-, los que "deben ponerse al frente para volver a derrotar a la subversión".