_
_
_
_
GENTE

José Miguel Castillo,

concejal del Ayuntamiento de Granada, esperaba el sábado pasado en el aeropuerto de la ciudad a dos visitantes insólitos: una pareja de cisnes donada por el municipio de Estrasburgo para embellecer el lago del romántico carmen de Los Mártires. Sin embargo, el cisne macho, quizá insatisfecho de la recepción, remontó el vuelo hacia la vega, donde fue aprehendido por los agentes del orden. Un grupo de periodistas que coincidió en el viaje con los cisnes decidió bautizarlos como Tristán e Isolda, pero Castillo, tal vez por discrepancias wagnerianas, ha optado por Lohengrin y Genoveva.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_