La respuesta flexible
El apego de R. L. Bardají a los euromisiles y a la respuesta flexible (véase EL PAÍS del 19 de mayo) no es, por suerte, algo unánimemente compartido por quienes cultivan los estudios estratégicos.Como recuerda Stan Windass (Avoiding nuclear war, Londres, 1985) sintetizando la opinión de multitud de expertos -y el posible lector excusará la indigerible jerga-, el concepto de respuesta flexible supone una extensión hacia abajo del de disuasión, implicando dos afirmaciones simultáneas y contradictorias: por un lado, que tanto las armas nucleares tácticas o del campo de batalla como las intermedias (verbigracia, euromisiles) pueden ser usadas en una confrontación bélica sin temor a una escalada; esto es, sin el riesgo de tener que emplear las armas estratégicas o de largo alcance, que provocarían la destrucción mutua asegurada. Por otro lado, que el uso de dichas armas tácticas e intermedias puede abocar a una guerra con todo tipo de armas nucleares, lo que precisamente disuadiría al adversario de iniciar un ataque.
Por tanto, cuanto mayor se considere el riesgo de escalada hasta el nivel estratégico y, por ende, de suicidio mutuo y posible desaparición de la especie humana, menos sentido tiene amenazar con el uso de las armas nucleares de menos calibre, porque conduciría a lo peor; y por contra, cuanto más seriamente se piense en que con la utilización de esas armas tácticas e intermedias el conflicto no se va a intensificar, mayor será el riesgo de contemplar la posibilidad de una guerra nuclear limitada. De no tener en cuenta lo primero, el uso de cualquier tipo de arma nuclear acarrearía catastróficas consecuencias ulteriores; ignorar lo segundo abre la posibilidad de una guerra nuclear limitada a Europa.
No es, pues, extraño que una institución tan prootanista como el British Atlantic Committee estime que, en una situación impredecible e incontrolable como una guerra, la pretensión de usar esa gama de armas nucleares mediante "una intensificación controlada paso a paso sería un desatino inípracticable" y que el mundo "sería un lugar más seguro si algunas de esas categorías de armas fueran eliminadas". Así que manos a la obra-
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