_
_
_
_
_

Klaus Altmann

Barbie no se corresponde al retrato que hubiera podido esbozarse de él recordando los actos que hicieron motejarle como el carnicero de Lyón. Sube al estrado de los acusados discretamente. Es un hombre menudo, delicado, endeble, casi minúsculo, que flota en un traje azul que le viene grande. Pero cuando los fotógrafos hacen parpadear su silueta con sus flashes y se enfrenta a esas luces, vuelve a descubrirse la bestia que ha debido ser.12 de Mayo

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_