La OCDE considera necesario equilibrar la economía norteamericana y estimular la japonesa y la alemana
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) hizo ayer un llamamiento a la Administración de Ronald Reagan para que proceda a equilibrar, fiscal y externamente, su economía, mientras que requirió, con el fin de garantizar un crecimiento sostenido de la economía occidental, un mayor estímulo de la demanda interna de Japón y la República Federal de Alemania (RFA). Los 24 ministros de Finanzas que componen el consejo de la OCDE también insistieron en la necesidad de completar con éxito las negociaciones comerciales multilaterales en curso, con el fin de reducir las trabas proteccionistas, especialmente en el terreno agrícola y los servicios, y expresaron su convencimiento de que "algunos países" deben aplicar medidas fiscales, en lugar de recurrir a la política monetaria, para corregir sus desequilibrios.En el comunicado final hecho público ayer al término de dos días de reuniones del consejo ministerial, los miembros de la OCDE advirtieron que sólo a través de la cooperación y coordinación de sus respectivas políticas económicas conseguirán "mantener un estable y sostenido crecimiento económico" que reduzca sustancialmente los elevados e inaceptables niveles de desempleo que afectan a casi todos los países". Asimismo, reiteraron que las políticas de ajuste estructural continúan siendo el pilar de la estrategia de crecimiento estable, no sólo de las naciones industrializadas, sino también de los países en desarrollo.
El tono del documento final de la OCDE no es tan pesimista como la nota presentada al comienzo de la reunión por el secretario general de la organización, Jean Claude Payé, que ayer volvió a cambiar su predicción de crecimiento económico en la zona hasta el 2,5%. Pero, en una clara muestra de los compromisos que siempre se buscan dentro de este organismo, la declaración sí deja delineadas cuáles son las principales dificultades del momento presente en la economía occidental, tales como los desequilibrios fiscal y externo de la economía estadounidense y la resistencia de Japón y la RFA a sustituir el empuje que ha supuesto para la economía mundial el crecimiento de los últimos cinco años de Estados Unidos.
Restablecer la confianza
La economía occidental, viene a decir el comunicado de la OCDE, necesita restablecer en estos momentos la confianza general de los agentes económicos sobre la base de medidas concretas y efectivas, fundamentalmente mediante la reducción de los déficit en Estados Unidos y un mayor crecimiento económico de Japón y la RFA.Otros países, afirma el punto 10 de la declaración, "requieren adoptar acciones concretas para que crezca su demanda interna en orden a obtener un crecimiento relativo de su producto", pero estas acciones no deben ser exclusivamente monetarias, sino basadas más en una política fiscal coherente, en tanto lo permita su situación particular impositiva.Pero el comunicado fija su filosofía central cuando afirma que la confianza de los agentes económicos, tanto en Estados Unidos como en otras partes, depende fuertemente" de los esfuerzos norteamericanos para corregir sus desequilibrios, básicamente el déficit fiscal, que debe pasar del 5,2% del producto nacional bruto en 1986 a menos del 4% en 1987.
"De alcanzarse este objetivo, consecuentemente deberá conseguirse una situación de tipos de interés moderados y tasas de cambio estables, actividad económica sostenida con un adecuado flujo de fondos e inversiones productivas y resistencia a las tentaciones proteccionistas", afirma el comunicado.
El documento final establece el compromiso de los países de la OCDE (los más desarrollados) de intensificar las negociaciones comerciales abiertas dentro del Acuerdo General sobre Tarifas y Aranceles (GATT), para reducir los obstáculos proteccionistas, más conocidas como la ronda Uruguay.
