Solchaga descarta subir los impuestos y retenciones como sustitución de la política monetaria restrictiva

ALBERTO VALVERDE, ENVIADO ESPECIAL Carlos Solchaga, ministro de Economía y Hacienda, descartó ayer en París una eventual subida a corto o medio plazo de los impuestos y de las retenciones en el impuesto sobre la renta como medida complementaria o sustitutiva de la actual política monetaria restrictiva. El ministro, que declaró que el menor crecimiento de la masa monetaria en abril (13,9%, medido en los activos líquidos en manos del público, o alpes) estaba en la senda deseada", insistió en que la política de ajuste y los altos tipos de interés a corto plazo durarán cierto tiempo.

Solchaga asistió ayer y el martes a la reunión ministerial de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), celebrada en París, ante la que pronunció un discurso de circunstancias y en el que expresó la "aparente decepción" que han supuesto las políticas de ajuste pese a los sacrificios exigidos. Pero el ministro consideró que esta política de ajuste "aún no ha terminado en España" y requiere todavía "un cierto tiempo" para que comience a dar los resultados buscados, especialmente en el terreno industrial.En una posterior conferencia de prensa, Solchaga fue interrogado en relación a una recomendación específica de la OCDE para que las socorridas políticas monetarias momentáneas se vean acompañadas y complementadas por medidas de tipo fiscal. El ministro, descartó que este escenario sea aplicable en estos momentos en España y se mostró firme al afirmar que, debido al carácter coyuntural de la actual política de tipos de interés a corto, ésta cesará cuando el crecimiento de la masa monetaria o del dinero en circulación vuelva a la senda prevista por el Gobierno, que se sitúa en torno al 8%.

Suficiente presión fiscal

Dentro de este contexto, Solchaga descartó cualquier subida de los impuestos, tanto directos como indirectos e incluso llegó a decir que la actual presión fiscal en España es más que suficiente. El ministro, sin que la inmediatez de la próxima consulta electoral saliera a relucir, afirmó que no habrá ninguna subida ni en la tarifa del impuesto sobre la renta de las personas físicas ni tampoco en la tabla actual de retenciones. También consideró inapropiado un incremento de la tarifa del impuesto sobre el valor añadido (IVA).

Tras afirmar que la política de altos tipos de interés persigue contener el crecimiento de la masa monetaria y evitar así que el aumento registrado en la demanda interna (más del 6%) produjera transferencias al exterior por la vía de las importaciones, Solchaga estimó que tampoco es posible en las actuales circunstancias contener el gasto público, ya que el estrecho margen de maniobra que ofrece este mecanismo provocaría un recorte casi automático en el volúmen de inversiones públicas, lo que tampoco es permisible debido al alto índice de desempleo existente.

El ministro de Economía y Hacienda opinó que "los tipos de interés nominales van a bajar muy pronto en España" y afirmó que pese a la política tan restrictiva en materia monetaria, las subidas del interbancario no se han traducido en unos tipos de interés más elevados a largo plazo.

El ministro señaló que el ajuste debe continuar todavía en el sector industrial y que todavía pasará algún tiempo antes de que los efectos buscados se produzcan. Con todo, resaltó el hecho de que en España los salarios reales y el nivel de empleo han crecido durante 1986, si bien admitió que el 2,4% de aumento del empleo en el cuarto trimestre de 1986 todavía resultaba insuficiente contener el crecimiento del número de personas que acudían al mercado de trabajo.

Solchaga admitió también la existencia de un despiste inicial en la política de financiación del déficit, si bien dijo que esta no era la causa de la subida de los tipos de interés a corto y afirmó que, a partir de mediados de marzo, su departamento había cesado el recurso al Banco de España.