Renfe, condenada a pagar 16 millones de pesetas a un niño arrollado por un tren

El Juzgado de Instrucción número 2 de Granollers ha condenado a Renfe a pagar una indemnización de 16.016.000 pesetas al niño Manuel Jiménez Martín, que perdió un brazo y una pierna al ser arrollado por un tren de mercancías el 7 de mayo de 1985, cuando contaba ocho años. La sentencia condena también al maquinista al pago de una multa de 3.000 pesetas.

Como consecuencia del accidente el niño permaneció 508 días hospitalizado y fue intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones para intentar salvarle el brazo izquierdo y la pierna derecha, extremidades que le fueron amputadas posteriormente.El accidente ocurrió cuando un grupo de cinco niños se encontraba jugando en las vías del tren en el momento en que un convoy iniciaba su trayecto desde la estación de Francia, de Granollers. Cuando el tren llevaba recorridos 700 metros, y a una velocidad de 25 kilómetros por hora, el maquinista hizo sonar el silbato de la locomotora al ver que había niños en la vía, según se desprende de la sentencia. Cuatro de los muchachos se apartaron, pero Manuel quedó atrapado en el mecanismo de cambio de agujas y fue arrollado, pese a que el maquinista intentó detener la locomotora.

La sentencia recoge que "el maquinista frenó la locomotora con todos los medios a su alcance" sin poder evitar atropellar al niño.

Aunque la sentencia refleja que no existió ánimo doloso, sí razona que en aquel lugar el acceso a las vías no estaba protegido de ninguna manera y que a la zona acuden muchos niños al salir de la escuela.

El accidente provocó las protestas de la asociación de vecinos de Can Bassa y de la asociación de padres de alumnos del colegio Celestino Bellera, que desde 1980 venían reivindicando la instalación de vallas protectoras. Después del accidente Renfe compró las vallas y el Ayuntamiento las colocó.