Pierre Daix afirma que Picasso nunca se consideró un representante del cubismo

La exposición Picasso cubista, 1907-1920 fue inaugurada ayer en los locales de la Caixa de Barcelona del paseo de Gràcia. La muestra, valorada por fuentes de la entidad bancaria en cerca de 10.000 millones de pesetas, reúne un total de 21 telas, más un centenar de dibujos originales y tres cuadernos de apuntes en los que se recogen esbozos del célebre lienzo Las señoritas de la caffe Avinyó. El estudioso francés de la obra picassiana Pierre Daix, que ha coordinado la exposición junto con Roser Baró, afirmó ayer en Barcelona que "Picasso nunca se consideró cubista. El cubismo, no es una escuela".

Pierre Daix conoció a Picasso en 1945, de regreso a París después de haber estado internado en un campo de concentración nazi. Fue el poeta Paul Éluard quien le presentó al pintor, que en aquellos momentos estaba trabajando en una obra de grandes dimensiones de temática bélica, Le charnier. Quince años más tarde, Daix publicó una biografía de Picasso a la que seguirían otras cinco monografías sobre el pintor, la última de las cuales, Picasso creador, ha sido publicada recientemente en Francia."En vida de Picasso jamás se hizo una exposición de su obra cubista. Ello explica que la obra de este período proceda fundamentalmente de la colección privada del artista", manifestó Daix durante una rueda de prensa.

Trabajo de búsqueda

Las pinturas y dibujos que se exponen en Barcelona han sido cedidas por Marina Picasso, nieta del artista, por la galería Jan Krugier y por varios coleccionistas privados. De hecho, según Daix, esta obra fue considerada por su autor como un trabajo de búsqueda personal en el convencimiento, compartido por André Derain y Henri Matisse, de que el arte académico había muerto. "A tales conclusiones llegó Picasso durante los años 1906-1907, cuando se puso a trabajar sobre formas primitivas, influenciado por las esculturas ibéricas antiguas presentadas en el museo del Louvre y el descubrimiento del arte negro", señaló el especialista francés.Los tres cuadernos de apuntes, expuestos también en Barcelona, permiten según Pierre Daix, seguir de cerca el proceso de geometrización de las formas que conduce hasta Las señoritas de la calle Avinyó. "El cubismo como movimiento llega hasta 1914, cuando estalla la I Guerra Mundial. Ese año comporta la disgregación de toda la vanguardia artística, integrada por artistas jóvenes que fueron movilizados. El propio Henri Kahnweiler, marchante de Picasso, tuvo que abandonar París, al ser de nacionalidad alemana. Su galería permaneció cerrada hasta 1921 y después ya no recuperó la obra que conservaba", señaló Daix.

La exposición recoge algunos trabajos de colage y de papier-collé fechados entre 1912 y 1914, momento en que Picasso, junto con Braque, experimentaba con estas técnicas. "Parte de esta obra se encontraba en la galería de Kahnweiler o en posesión de artistas amigos del pintor, entre ellos el mismo Apollinaire. Ello explica que muy pocos de estos trabajos fueran a parar a manos de los herederos". "De hecho", añadió Daix, "la colección de Marina Picasso es de laboratorio. Las obras acabadas fueron vendidas en su mayoría por los marchantes. Éstas, en cambio, permiten conocer paso a paso el proceso cubista seguido por Picasso".