Disturbios en Belfast tras la muerte de ocho militantes del IRA por la policía

Simpatizantes del Ejército Republicano Irlandés (IRA) montaron en la madrugada de ayer barricadas en las calles de la zona republicana de Belfast y lanzaron más de 100 cócteles Molotof contra la policía, tan pronto como se extendió la noticia que las fuerzas de seguridad habían exterminado a un comando de la organización citada. Nueve personas, ocho miembros del IRA y un automovilista convertido en víctima inocente, resultaron muertas a última hora del viernes en una pequeña localidad del Ulster, en lo que cada vez se perfila más claramente como una emboscada tendida por las fuerzas de seguridad a los terroristas.Se trata del mayor número de bajas sufrido por la organización desde que inició su lucha armada contra la presencia británica en Irlanda del Norte, en 1969. Aunque no ha habido todavía ninguna confirmación oficial, la precisión y la contundencia de la respuesta de las fuerzas de seguridad parecen indicar una presencia de los Special Air Service (SAS) -la famosa unidad especial antiterrorista del Ejército británico- en la operación.

El sangriento incidente, saldado con tan elevado número de víctimas, se registró en Loughgall, en el condado de Armagh, cuando un grupo de miembros del IRA intentó asaltar la comisaría de la pequeña localidad con una excavadora, en cuya pala habían sido colocadas varias cargas de explosivos.

Según testigos presenciales, en un primer momento pareció que los terroristas habían triunfado en su intento, ya que el techo de la comisaría saltó por los aires. Sin embargo, a los pocos segundos, tiradores emboscados en el edificio comenzaron a disparar con armas automáticas contra los atacantes en el comienzo de una sangrienta batalla campal que duró cerca de un cuarto de hora y que terminó con la eliminación de los terroristas. El tiroteo causó asimismo dos víctimas inocentes, el conductor de un automóvil, que resultó muerto, y el ocupante, gravemente herido.

La rapidez de la respuesta de las fuerzas de seguridad indica que el Royal Ulster Constabulary (RUC) había recibido un chivatazo sobre la acción terrorista.