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El PSOE dejará de ser la principal fracción nacional del eurosocialismo

Para la configuración del Parlamento Europeo, las elecciones de eurodiputados que se celebrarán en junio en España supondrán una novedad y una incógnita: los parlamentarios del PSOE dejarán de ser la principal fracción nacional del grupo socialista, y los hombres de Adolfo Suárez podrían integrarse en por lo menos dos grupos a menos que no intenten formar el suyo propio.Con 36 eurodiputados, el PSOE disponía de la mayoría relativa en el grupo socialista, y este predominio explica, en parte, que uno de sus miembros, el ex ministro de Transportes Enrique Barón, fuese designado candidato a la presidencia de la Asamblea de Estrasburgo. Dentro de dos meses los socialistas españoles apenas rondarán los 30, y sus compañeros laboristas británicos o socialdemocrátas alemanes serán, por tanto, más numerosos.

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El retroceso socialista beneficiará, ante todo, al Centro Democrático y Social (CDS), que debería contar en el hemiciclo con, aproximadamente, media docena de escaños. Simpatizantes de la llamada operación Roca, los liberales de Estrasburgo no eran, al principio, muy partidarios de acoger en su grupo a los hombres de Suárez; pero el fracaso de la primera y el previsible éxito de los segundos les ha incitado a revisar su postura.

La incorporación de los eurodiputados de Izquierda Unida al grupo comunista no ofrece dudas, como tampoco las plantea la de Blas Piñar al de Derechas Europeas, el de los aliancistas al de los conservadores ni, por último, el reparto de los de Corvergència i Unió entre liberales y democristianos, grupo que contaría también con un parlamentario del Partido Nacionalista Vasco si sale elegido. Estará, en cambio, por resolver quién acogerá a Santiago Carrillo y su PTE-UC; a Mario Onaindía, de Euskadiko Ezkerra, y a Txema Montero, de HB, si logran un escaño.

Los dos primeros podrían engrosar las filas del grupo Arco Iris, del que forman parte formaciones dispares. Pero el caso de Montero es algo más complicado, porque en este grupo parlamentario tan heterógeno surgirían fuertes discrepancias si tuviese que decidir su aceptación.

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