Xaime Quintanilla,
alcalde de El Ferrol y médico de profesión, pronunció recientemente una conferencia en la parroquia ferrolana de Balón en la que no escamoteó elogios al importante papel que el hígado cumple a la hora de permitir un funcionamiento correcto del cuerpo, "aunque sea el corazón el que tradicionalmente se lleva la fama", dijo. Tan enfervorizada fue su apología hepática que los vecinos consideraron la absoluta necesidad de honrar como se merece a este héroe anónimo y decidieron erigirle un monumento -al hígado, no al alcalde- único en el mundo, ya encargado en granito al escultor Guillermo Feal. A partir de ahora los bebedores empedernidos de la zona dispondrán de un lugar de peregrinaje donde acudir para desagraviar a su masoquizado hígado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.