Ingresa en Carabanchel el funcionario keniano acusado de parricidio
El funcionario keniano Sammy Kenats Wafula, de 44 años, acusado de dar muerte a su mujer, Francesca Bernasconi, y de herir a sus cuatro hijos el 22 de abril, ingresó ayer en la prisión provincial de Carabanchel. Por otra parte, ayer prestó declaración ante el juez la madre de la fallecida, Margherite Frances Bernasconi, de 70 años, que ha venido desde Suiza para hacerse cargo de los niños. Dos de ellos declararán hoy ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5, José Ruiz Ramo.Wafula esperaba ayer su ingreso en prisión con absoluta tranquilidad. El keniano, funcionario de la Organización Mundial de Turismo (OMT), no perdió la compostura ni siquiera al relatár el crimen de su esposa, según fuentes judiciales.
Wafula declaró que el 22 de abril por la tarde fue a recoger a su esposa en el instituto donde ésta impartía clases de idiomas. Según su declaración, Francesca Bernasconi tardó más de dos horas en aparecer. La mujer justificó su retraso por -haber estado oyendo música, pero Wafula no le creyó. Comenzó entonces una discusión, que duró todo el trayecto en coche hasta el domicilio de ambos, en la calle del Arzobispo Morcillo, 14.
Discusión en casa
La riña continuó en la casa. En un momento de la discusión, el keniano cogió una pistola de un armario y disparó a bocajarro contra su mujer. Los nifíos salieron al pasillo al escuchar el potente disparo. Todos ellos recibieron un impacto de bala, peroWafula afirma no recordar si disparó contra sus hijos aquella noche.El funcionario keniano arrojó la pistola a la calle y se entregó en comisaría a medianoche. El juez dictó auto de prisión provisional el núsmo viernes. Desde entonces permaneció en los calabozos de la plaza de Castilla. Una vez levantada la inmunidad diplomática a Wafula, el juez ha dispuesto para él auto de prisión comunicada y sin fianza.
Fuentes judiciales han señalado que se trata de "un típico crimen pasional". Al parecer, Wafula comenzó a sentir celos de su esposa hace poco más de una año, al regreso de una misión diplomática en Nigeria que le obligó a ausentarse de Madrid por unos meses. La pareja llevaba casada diez años' y residía en Madrid desde 1982.
El juez ofreció ayer a Margherite Frances Bernasconi, abuela de la fallecida, y Silvia Bernasconi, hermana, la posibilidad de personarse como acusación particular en el caso. Ambas pudieron ocupar ayer el domicilio donde se produjo el asesinato, que fue desprecintado por mandamiento judicial. La madre de la fallecida, una anciana de pelo canoso y, 1,50 de estatura, se negó ayer a hacer declaraciones.
Los cuatro niños, de edades comprendidas entre los cuatro y los 10 años, se encuentran ingresados en la ciudad sanitaria La Paz. David, de 10 años, y Silvia, de ocho, abandonarán pronto el hospital. Los otros dos, Delia, de nueve años, y Simón, de cinco, han abandonado ya la unidad de cuidados intensivos. Los niños conocieron ayer la muerte de su madre.
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