Raíces de lo posmoderno

Toda la polémica que aparece a raíz del artículo de Gianni Vattimo (8 de enero de 1987), nos devuelve al terreno de la ética y a buscar las raíces de lo posmoderno como cultura individualista. Ciertamente, parecería que la contestación de Vattimo, nos iba a disipar de ciertas lagunas. Cuál ha sido la sorpresa de que dicha contestación ha sido a la defensiva, y además, distinguiendo entre dos clases de culturas: la de izquierdas y la que él denomina progresista.Y es verdad que la cultura española no ha podido ser de, izquierdas -no la dejaron-. Vattimo nos acusa simplemente de progresistas, olvidándose del significado de la palabra en el contexto histórico español. Nos acusa de progresistas olvidándose de la realidad histórica de la izquierda española.

Una izquierda que tuvo sus representantes históricos en revistas como Leviatan o Comunismo; una izquierda que tuvo sus representantes teóricos en los pensadores marxistas como Araquistáin, Maurin o Nin. Una izquierda que fue derrotada en el terreno de las armas por el fas-

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cismo e incluso en la retaguardia por el stalinismo. Una teoría de izquierda que fue masacrada incluso por el stalinismo (como el teórico Nin, que desapareció en una checa después de las jornadas de mayo de 1937). Una teoría de izquierda que no tuvo la suerte de conseguir la unidad nacional ni vencer, al fascismo; una teoría que no tuvo la suerte de vivir en democracia.

Una teoría que, por lo mismo, y en nuestro contexto social, sabe perfectamente cuál ha sido el significado de la palabra progresista. Término que en nuestra transición dio un paso adelante pasándose al terreno del pasotismo.

Sin embargo, lo posmoderno, que es lo que reivindica Vattimo, tiene un enemigo político y teórico. Un enemigo que no es otro que el marxismo; porque si no, qué otra teoría se basa en la crítica de las ideologías, qué otra teoría se basa en el estudio global de la sociedad. Ante esto, lo posmoderno no tiene otra salida que volver a la ética, pero a una ética individualista. Lo posmoderno nos devuelve al pesimismo de lo concreto. Un pesimismo que tiene su nostalgia de un tiempo mejor. Lo posmoderno tiene sus orígenes, que se encuentran en una derrota; lo posmoderno es el hijo de la derrota que -supuso el estructuralismo para el marxismo francés como italiano. Ante esto, lo posmoderno se reclama hijo predilecto de una cultura posfilosófica y posestructuralista. Lo posmoderno, después de la muerte del sujeto anunciada por el estructuralismo, abandona el

terreno de lo social y se adentra en el terreno de lo individual y concreto.- . Licenciado en Filosofía. .