Detenidos en Barcelona otros dos miembros de las Brigadas Rojas

La precipitación de la policía italiana en la operación antiterrorista desarrollada en los últimos días en España e Italia estuvo a punto de impedir las detenciones de Ricardo D'Este y de Laura Trevisano, según fuentes policiales españolas. A los arrestados no se les incautaron armas. La policía localizó también en la misma operación otros dos pisos que utilizaban estos brigadistas, sitos en las barcelonesas calles de Ataulfo y Salamanca, que se encontraban vacíos en el momento de la acción policial y en los que también ha sido incautada abundante documentación.A las cinco personas detenidas en Barcelona durante el pasado fin de semana se les ha aplicado la ley Antiterrorista. El sábado fueron detenidos Giuseppe Pallini, Silvano Nardulli y la compañera del primero, la española María del Carmen González Luengo, y ayer cayeron D'Este y Trevisano.

La operación antiterrorista entre ambos países llevaba cerca de un mes preparándose. En Italia se detuvo a Mario Pisano, Helen Codd, Francisca di Mítrio y Marco Malespina, y el pasado miércoles, cuando atravesaron la frontera, a otros dos brigadistas procedentes de Barcelona: Nicola Sergio y Giuliana Zuccaro.

La célula de las Brigadas en Barcelona estaba compuesta por Nicola Sergio, Giuliana Zuccaro, Fabriz¡o Burtet, Clara Placenti, Giuseppe Pallini, Silvano Nardulli, Ricardo DEste y Laura Trevisano. También residió en Barcelona, donde era propietaria de unapizzeria, Helen Codd, natural de Nueva York, detenida en Italia. La policía sospecha que en la pizzeria se han celebrado reuniones de las Brigadas con miembros de Acción Directa y de ETA Militar.

,Rallini, Nardulli, D'Este y Trevisano fueron interrogados ayer en la Jefatura Superior de Policía de Barcelona. La policía orienta sus interrogatorios a la posibilidad de que los brigadistas hubiesen contactado en Barcelona con miembros de ETA.

Ricardo D'Este, de 43 aflos y nacido en Trieste, está considerado como uno de los fundadores de las Brigadas Rojas. Este brigadista llegó al terrorismo por el camino de la delincuencia común, ya que en los años 60 era un conocido traficante de drogas. En 1973, se le relacionó en Florencia con el secuestro del industrial del sector del automóvil Tony Carello. En 1975, huyó de la cárcel de Roma, aprovechando un permiso, y ese mismo año se le acusó del incendio en la sede de un partido italiano y en 1978 de atracar una farmacia.

Laura Trevisano, de 28 años y natural de Turín, pertenecía también a la organización terrorista italiana y se encontraba en libertad provisional tras haber sido condenada por sus actividades como brigadista.