La rebelión del fuerte Bonifacio, parte de un compló para desestabilizar a Aquino
Varios oficiales y posiblemente también algunos políticos están implicados en la rebelión que protagonizaron el pasado sábado durante ocho horas tropas antigubernamentales en el fuerte Bonifacio, cuartel general del Ejército en Manila, según ha declarado el general de brigada Alexander Aguirre, jefe del área de la capital filipina. La rebelión, dijo Aguirre, era parte de un mayor compló para desestabilizar el Gobierno de la presidenta Cory Aquino.
Los filipinos se levantaron ayer con los nervios alterados por la última intentona golpista, los rumores de nuevos levantamientos, el apagón que dejó durante tres horas a oscuras la capital, Manila, y gran parte de la principal isla del archipiélago, Luzón, y los últimos violentos combates entre tropas gubernamentales y fuerzas guerrilleras, saldados con la muerte de ocho comunistas y tres civiles.Un soldado rebelde murió el sábado en el intento de asalto al cuartel general del Ejército en Manila, que estuvo dirigido por el ex sargento Ernesto Librado, antiguo miembro de la guardia personal del derrocado presidente Ferdinand Marcos.
El fracasado golpe, que hace el número tres desde la llegada al poder de Aquino, hace 14 meses, se produjo a poco más de tres semanas de la celebración, el próximo 11 de mayo, de las primeras elecciones legislativas tras la caída de Marcos.
"Hay oficiales que han sido identificados [en el golpe] después de haber sido interrogados", declaró ayer el general de brigada Alexander Aguirre, jefe del cuartel del Ejército en Manila. Aguirre, que no quiso desvelar sus nombres, dijo que algunos de estos oficiales están en activo.
El general Fidel Ramos, jefe del Estado Mayor, había asegurado, sin embargo, el sábado que la rebelión había sido realizada sólo por un puñado de soldados decididos a liberar a un centenar de compañeros detenidos en el fuerte Bonifacio por su participación en el intento golpista del pasado enero.
Un plan inicial
El general Aguirre manifestó que uno de los rebeldes explicó que un plan inicial de apoderarse de la Escuela Internacional de Manila y de secuestrar a sus estudiantes resultó abortado, después de que fuera descubierto por las autoridades.Otro de los soldados detenidos dijo que el motín fue parte de los últimos intentos rebeldes que los enemigos de Aquino han preparado antes de los comicios legislativos del próximo mayo.
El general Aguirre, que ha afirmado la posibilidad de que en la intentona hayan estado envueltos algunos políticos, no descartó que se puedan producir otros movimientos golpistas en el próximo futuro.
El clima de tensión que vive el país los últimos días se agudizó como consecuencia del fallo de suministro eléctrico que dejó a oscuras el domingo a los ocho millones de habitantes de Manila y al 80% del área de Luzón, la isla más poblada del archipiélago.
Las autoridades han asegurado que el apagón fue debido a una avería y han descartado que se haya tratado de un sabotaje.
"No tuvo relación con ningún otro intento de golpe. Todo está bajo control", declaró el domingo, en una entrevista radiofónica, el secretario ejecutivo de la Presidencia, Joker Arroyo.
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