Marruecos anuncia que controla toda la costa del ex Sáhara español

Marruecos ha anunciado que desde hace cinco días controla toda la costa del ex Sahara español, a excepción de unos 60 kilómetros al norte de la ciudad marítima de La Güera, extremo meridional de este territorio que todavía se encuentra bajo administración mauritana.La construcción del sexto muro defensivo, cuyos trabajos asegura Rabat que concluyeron el día 16, somete a las fuerzas de seguridad marroquíes los cabos de Barbas y Corbeiro, puntos de conflicto en los que en los últimos años se han producido ataques del Frente Polisario contra pesqueros españoles.

El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Reales (FAR) asegura que el nuevo muro defensivo ocupa 550 kilómetros en sentido vertical a la costa, de la que dista 220 kilómetros.

El nuevo muro, que difiere ligeramente del conocido semanas antes por informaciones periodísticas, parte de Un Dreiga, uno de los subsectores militares dependientes del mando de Dajla (antigua Villa Cisneros), y pasa por las localidades de Tedegum al Baida, El Gleia, Adam-Maslut y Aglab Adlim, hasta llegar a la frontera mauritana que le conduce al Atlántico.

El general Abdelaziz Benani, jefe de las tropas saharianas, ha afirmado que los trabajos de construcción de este nuevo muro han durado justamente dos meses, siguiendo las órdenes de una directiva del rey Hassan II de fecha 6 de diciembre del pasado año.

Según un comunicado militar, que los medios de comunicación marroquíes han aireado de forma triunfalista a lo largo del último fin de semana, "la nueva línea defensiva permite el control de Tiris el Gharbia [zona que correspondió a Mauritania tras el reparto de los acuerdos de Madrid de 1975 y que ese país abandonó años después en manos del Frente Polisario] y expulsa definitivamente al enemigo que ha actuado a lo largo de la costa".

El primer país en reaccionar al nuevo muro marroquí ha sido Mauritania que, en un comunicado difundido por Radio Nuakchot, ha "expresado la grave situación ante la que se encuentra su frontera noroccidental, con tropas extranjeras a 400 metros de nuestra ciudad fronteriza y a menos de dos kilómetros del ferrocarril minero", lo que puede dar pie a "incidentes incontrolados". Mauritania considera "inaceptable y grave" la presencia tan próxima de tropas extranjeras y asegura que se han tomado medidas para la defensa de Nuadibú, su capital económica.