Un trasvase de agua del Tajo alimentará las Tablas de Daimiel
El ministro de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), Javier Sáenz Cosculluela, expuso el martes en Toledo el proyecto de ley de regeneración del parque nacional de las Tablas de Daimiel, que incluye el trasvase de aguas de la cabecera del Tajo (embalses de Entrepeñas-Buendía) hasta el acuífero 23, principal alimentador del parque. Este proyecto de ley será debatido en el Parlamento en los próximos meses y ha sido aprobado ya en Consejo de Ministros.La puesta en marcha de esta iniciativa, según el ministro, tendrá carácter experimental durante un período de tres años, en los que se derivará un máximo de 60 hectómetros cúbicos de agua hacia los ríos Gigüela y Riansares, que confluyen en las Tablas, para lo que serán necesarios unos 750 millones de pesetas, que se invertirán en obras de infraestructura, canalización y acondicionamiento de los cauces de los ríos.
Sáenz Cosculluela reiteró que la detracción de este caudal no irá en detrimento ni afectará al volumen de agua que se destina cada año hidrológico al Levante español mediante el acueducto Tajo-Segura.
El ministro reconoció que esta medida no servirá para recuperar "los niveles históricos" del acuífero 23, pues éste pierde anualmente entre 90 y 100 hectómetros cúbicos. "Lo que se pretende es salvar las Tablas", señaló el titular del MOPU.
El parque nacional de las Tablas de Daimiel, situado entre los términos municipales de Daimiel y Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real), tiene una extensión cercana a las 2.000 hectáreas, de las que cerca de la mitad han sido asoladas tras los tres últimos incendios registrados en el último año.
El parque constituye lugar privilegiado de refugio de aves migratorias y alberga importantes colonias de palmípedas y zancudas, además de distintos tipos de patos.
