Inflación española

Como primer autor del artículo Inflación subyacente en la economía española: estimación y metodología, aparecido en el Boletín Económico del Banco de España en el número correspondiente a marzo de 1987, que ha suscitado amplios comentarios en diferentes medios de comunicación, deseo hacer las siguientes puntualizaciones:

1. El artículo, de 20 hojas a doble columna, es el resultado del trabajo de varios meses de un equipo de personas que yo dirijo. Su contenido son temas de fondo sobre la inflación en España, como cuál es la relación entre política monetaria e inflación, qué procedimiento metodológico podemos diseñar para analizar la inflación subyacente, etcétera, y, en absoluto, dirige una denuncia al INE por un posible error de importancia minúscula en los datos del índice de precios al consumo. En efecto, de nuestros modelos se deduce que la incertidumbre alrededor de la tasa anual del IPC es de más menos un punto decimal, por lo que el posible error -de naturaleza anual- de dos décimas no es importante. No obstante, en la sección IX del artículo se comenta de pasada el posible error porque se ha tenido presente en nuestros modelos y es necesario que el lector conozca los detalles de nuestros cálculos. Además, nuestra estimación personal de ese posible error tiene que ser necesariamente imprecisa y su cuantificación es una simple conjetura que sólo se dilucidará cuando el INE publique la cifra definitiva del IPC correspondiente al mes de enero. Lo importante en dicha sección, como cualquier lector, economista o no, comprueba inmediatamente, son los resultados sobre la inflación presente.

2. Ante tales hechos sorprende que su periódico ponga como noticia de primera página un comentario marginal de un artículo sobre temas importantes relacionados con la inflación. Más extraño resulta, por estar injustificado e infundado, comentar en un editorial que "de cuyo director (referido al INE) no hemos oído decir que dimita o que vaya a ser destituido".

3. Desde la incorporación de Javier Ruiz-Castillo a la dirección del INE este instituto está mejorando enormemente su labor y comentar su dimisión es improcedente, sobre todo cuando se pretende fundamentarla en un detalle técnico nimio y de relevancia dudosa.-

Economista del Servicio de Estudios del Banco de España.