En el camino de la autogestión social

Nuestra realidad de hoy se ha formado como resultado de la victoria de la revolución socialista y la construcción del socialismo. La construcción, evidentemente, aún no está terminada y son varios los problemas de vital importancia en la sociedad húngara que siguen a la espera de resolverse. Ahora en nuestro país se abren camino, a la vez, la estabilidad social, el equilibrio político y el ánimo y disposición política para cambiar y para aceptar positivamente los cambios. Es decir, se simultanea la estabilidad política y la reanimación de la vida política.El rumbo del progreso. es el desarrollo, la extensión y la profundización de la democracia socialista. Las experiencias de los últimos 30 años demuestran ampliamente que somos consecuentes al seguir este camino. El Magyar Szocialista Munkás Párt (MSZMP), o Partido Obrero Socialista Húngaro (POSH), ha sido siempre promotor de aquellos pasos que están al servicio del desarrollo de la democracia socialista.

Para nosotros, la democracia significa el funcionamiento de los órganos e instituciones del poder popular, teniendo en cuenta los intereses del conjunto de la comunidad. Tenemos que conseguir que el intercambio de opiniones, la polémica, forme parte integrante de nuestra democracia porque es el medio imprescindible para descubrir, confrontar los intereses y determinar las prioridades. Las experiencias obtenidas nos enseñaron a reconocer el pluralismo real de los intereses en nuestra sociedad. Reconocemos el derecho de los individuos, comunidades o grupos a que expresen y hagan valer sus intereses.

La economía, clave

La cuestión clave del desarrollo del socialismo húngaro es hoy la economía. Es decisivo que nos movamos hacia la vía del crecimiento intensivo y aprovechemos al máximo las fuentes disponibles de fuerzas objetivas y subjetivas. En este avance no nos puede detener el hecho de que con ello se hagan más evidentes nuestros, todavía existentes, atrasos de origen histórico, las contradicciones y tensiones de nuestra sociedad.

Las experiencias de las últimas casi dos décadas justifican la necesidad y la razón de ser de la reforma continua de la economía y la gestión económica. El desarrollo de nuestra economía se ha hecho al sistema de planificación y se ha adaptado mejor para poder satisfacer las demandas. Sin embargo, junto con los avances han surgido otros problemas importantes -falta de equilibrio, reconversión estructural, innovación- en el orden del día del trabajo teórico y práctico.

A lo largo de su trayectoria histórica nuestro partido, en varias cuestiones, tuvo que adaptarse a situaciones radicalmente distintas, tuvo que enfrentarse críticamente con los errores, equivocaciones y desfiguraciones cometidos. Nuestro partido define su propio papel de modo que lo esencial del mismo es el servicio al pueblo húngaro y a la causa del socialismo, y no el ejercicio del poder. Para ello, son condiciones indispensables la manera abierta y sincera de hacer política, la exploración realista de la situación de cada momento, el hecho de hacer públicas las decisiones y sinceras las informaciones.

La línea estratégica seguida en la aceleración del desarrollo social y económico se puede considerar como la continuación directa del camino leninista. En el punto central del trabajo están la modernización de la economía y el aumento de su capacidad productiva, lo que se puede llevar a cabo asegurando las condiciones para ello en amplios círculos de la, sociedad. La transformación significa la profundización de la democracia socialista y el progreso, en su sentido marxista, de la autogestión; supone la creación de unas circunstancias sociales en las cuales el individuo, cada una de las personas, pueda sentirse dueño y creador de la sociedad. La unión de las palabras y los hechos significa también que el partido es capaz, de un modo crítico, de analizar y renovar su propia actividad, y determinando, con exigencia científico-teórica, las perspectivas del progreso social, es capaz de guiar al país hacia la reforma y la transformación.

La teoría cristalina

En nuestro modo de pensar colectivo, incluso justamente en el modo de ver de una parte de los comunistas, se ha impregnado con bastante profundidad la antigua y utópica imagen de que existe la teoría pura como el cristal, que es válida en cada momento y que está marcando, con una exactitud inequívoca, el camino recto; existe el movimiento que no puede desviarse de este camino sólo un poco y temporalmente, y si esto sucede, entonces se volverá automáticamente a la vía original; y existe el partido y el Estado socialista, que encarnando la sabiduría colectiva indica detalladamente el "qué tenemos que hacer" siempre válido.

Hoy ya sabemos que la teoría del desarrollo paulatino sin entorpecímientos fue errónea también en el pasado, y queda especialmente evidente en los tiempos de un nuevo giro de la revolución científico-tecnológica, cuando la vida útil de los más avanzados productos, procedimientos e incluso las formas de la gestión económica se ha reducido a un tiempo asombrosamente corto, y cuando la renovación continuada se ha convertido en la obligación más importante de la vida. Hoy día el éxito no proviene necesariamente del arraigo, sino de la flexibilidad y la capacidad de cambiar rápidamente.

Muchas de las preocupacione s originadas por nuestros errores se suelen poner en el primer cajón. Pero esto es peligroso por dos razones. Por una parte, porque si el origen de los problemas lo atribuimos a causas externas, nos inclinaremos a esperar las soluciones desde las circunstancias externas, a la expectativa de que cesen las causas que los han provocado; pero, por otra, con el encasillamiento erróneo nos quitamos la posibilidad de encontrar la respuesta para la naturaleza de las causas internas.

es secretario del Comité Central del Partido Obrero Socialista Húngaro.