El retorno de Mario Fernández pone en peligro la mayoría del PNV en Bilbao

El interés especial que las elecciones municipales del próximo 10 de junio suscitan en Euskadi, donde servirán de prueba al pacto de coalición entre el Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) y A Partido Nacionalista Vasco (PNV) va a verse incrementado en Bilbao. En esta ciudad competirán el médico Pedro López Merino, por el PSOE, junto al ex vicelehendakari Mario Fernández y el director general de la Radio Televisión Vasca (ETB), José María Gorordo: el primero, por EA, y el segundo, en nombre del PNV.

Fernández, abogado de 43 años, al que se reconoce como una de las cabezas más rápidas del País Vasco, abandonó el PNV coincidiendo con la escisión de Eusko Alkartasuna (EA), pero no se ha afiliado a este partido, del que no oculta que le separan algunas diferencias doctrinales. Ha aceptado entrar en la carrera electoral, dice, por compromiso con el país y "porque no se puede contestar siempre negativamente a los requerimientos de colaboración de los amigos, como si uno estuviera por encima del bien y del mal".Por otra parte, añade, "una vez producida la escisión del PNV, en mi opinión negativa, me parece necesario ayudar a la consolidación de un partido nacionalista democrático". Además de aspirar a la alcaldía de Bilbao, el antiguo vicepresidente del Gobierno vasco será candidato a la presidencia de la Diputación de Vizcaya, la más poderosa de la comunidad autónoma, según han informado fuentes de EA.

El regreso a la política de Mario Fernández ha conmocionado las filas del PNV, cuyo candidato, José María Gorordo, abogado de 39 años, puede sufrir directamente las consecuencias. Para Gorordo, un hombre de carrera rápida, primero en la actividad empresaríal y luego en la política, la alcaldía de Bilbao sería un trampolín hacía objetivos de mayor envergadura. En su partido se acaricia la idea de prepararle desde ahora para la sucesión del lehendakari, José Antonio Ardanza, al término de la actual legislatura.

La irrupción de Gorordo en la precampaña, cuando su candidatura todavía no ha sido proclamada oficialmente por el PNV, ya ha abierto polérnicas en varios frentes.

Dimisión tardía

Dimitió de la dirección general de EITB el viernes pasado, pese a que había prometido hacerlo en cuanto se constituyera el nuevo Gobierno autónomo. Su propuesta de construir un gran centro cultural en el edificio de la antigua alhóndiga, ahora destinadola aparcamiento de vehículos, ha sido interpretada como una desautorización gratuita por los peneuvista, que gobiernan la ciudad hace ocho años. El intento de mediación del presidente del partido, Xabier Arzalluz, según el cual el compromiso de hacer un nuevo Beaubourg en Bilbao es "algo que dijo a las ocho de la mañana un señor que todavía no es oficialmente candidato", no parece haber mejorado el clima en el PNV.

El beneficiario principal del duelo entre las dos formaciones nacionalistas será el candidato del PSE-PSOE, que por vez primera parte con posibilidades reales de alcanzar la mayoría. Pedro López Merino, de 62 años, procede del PSP y encarna en el socialismo de Vizcaya un talante de tolerancia, capacidad de diálogo y relativización de la política directamente tiernista. Su proyecto de "recuperar Bilbao", inspirado en el de Enrique Tierno para Madrid, puede resultar atractivo en una ciudad donde el cambio durante los ocho últimos años ha sido poco espectacular. El candidato socialista ha empezado ya la precampafla invitando a los vecinos a participar en la elaboración de su programa "para hacer de la ciudad un organismo vivo y no atrofiado".

El PNV, que ocupa la alcaldía ininterrumpidamente desde las primeras elecciones municipales democráticas, obtuvo en 1983 poco más de 67.000 votos frente a los 51.000 del PSE-PSOE. Ambos partidos vieron reducido su apoyo popular en las autonómicas del pasado diciembre, el PNV en casi 7.000 votos y el PSE-PSOE en unos 3.000. EA sale con una posición más débil. No llegó en diciembre a 20.000 votos. Mario Férnandez, que reconoce partir en situación de inferioridad, advierte, no obstante: "Me va bastante la marcha. Yo salgo a ganar y, desde luego, pienso darle un vuelco a la relación de fuerzas".