Una generacíón sin literatura
La revolución y nosotros, que la quisimos tanto, último libro publicado por Daniel Cohn-Bendit, en otro tiempo conocido como Dani el Rojo, no es, en su opinión, un texto nostálgico. El libro ha surgido de la transcripción de partes de una serie elaborada para la televisión por el propio Cohn-Bendit, a la que se dedicó durante dos años recorriendo medio mundo y entrevistando a algunos de los líderes más representativos del movimiento que floreció durante los años sesenta: desde Abbie Hoffmann y Jerry Rubin, estadounidenses creadores del movimiento de los yippies, hasta Hans Joachim Klein, obrero alemán occidental embarcado en operaciones terroristas junto al famoso Carlos, y que hoy vive en la clandestinidad buscado por la policía y posiblemente por los terroristas.Unidad
Para Cohn-Bendit, lo más importante del libro es mostrar que la unidad de partida de los años sesenta pudo producir ramificaciones muy diversas, desde el terrorismo hasta su pacifismo verde y militante, pero que hoy todos parecen coincidir en una cosa: son necesarias reformas radicales del sistema, pero siempre a través de métodos pacíficos. El propio Dani el Rojo afirma que hoy está trabajando para llegar al Gobierno.
El texto plantea, en diferentes ocasiones, un problema: quienes evolucionaron desde la contestación hacia la lucha armada en países con dictaduras han podido, al cambiar estos regímenes -España, Brasil-, ser reintegrados a la sociedad a través de amnistías y medidas de reinserción, mientras que los que sufrieron idéntica evolución en países democráticos no han sido asimilados y están en las cárceles, en el exilio, en la clandestinidad o muertos. Para Cohn-Bendit es urgente encontrar vías de solución para ex terroristas que han manifestado su rechazo de la lucha armada. Y Dani el Rojo no duda en poner como ejemplo las medidas adoptadas en España.
Son muchos los entrevistados que empiezan diciendo: "... y entonces empecé a leer". Rara vez, en cambio, queda claro qué leyeron; no era, sin embargo, literatura. Según Cohn-Bendit, "en aquellos momentos vivíamos influidos por la tesis de Sartre sobre la literatura como forma de militancia, sobre la utilidad social de la literatura, y sobre todo leíamos ensayos. Éramos una generación sin literatura. Ese es uno de los cambios más importantes y apreciables que se han producido: hemos descubierto la literatura de creación, y con ella lo imaginario. El ejemplo más sintomático es El nombre de la rosa, de Umberto Eco". Cohn-Bendit resalta al respecto la evolución paralela de los propios editores, entre los que se halla su editor español (Anagrama), que han dejado de publicar ensayo político y han pasado a buscar un espacio por la vía de la novela.
Babelia
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