Robert Maxwell considera restrictiva la ley española de televisión privada
Robert Maxwell, de 63 años, inmigrante checoslovaco que llegó sin un penique a Londres en 1940 y hoy es uno de los principales editores del mundo, considera que la Prensa, la televisión, el satélite y el cable forman un solo mundo: la comunicación global. Sus empresas en el Reino Unido se cuentan entre las principales en estos campos. Su desafío actual es establecer alianzas comerciales en otros países para poder dar la batalla en un mercado en el que, opina, sólo sobrevivirán, con presencia internacional, unas 10 empresas. El proyecto de ley de televisión privada -que considera restrictivo- le ha traído a España. Ayer se entrevistó con el rey Juan Carlos y hoy será recibido por Felipe González.
El proyecto de ley de televisión privada en España sorprende a Maxwell por la limitada participación que establece para las empresas editoras."El límite del 15% es el límite más bajo que existe en cualquier país el mundo. En el reino Unido tenemos una limitación del 20% y lo consideremos bajo. Creo que esta limitación es una dificultad grave para que los grupos editores puedan participar en la televisión. Espero que el Gobierno y el Parlamento españoles estudien este punto y permitan una mayor flexibilidad que favorezca el fortalecimiento de las empresas editoras".
En su campaña por trenzar un potente grupo de comunicaciones europeo que pueda enfrentarse en condiciones a las grandes multinacionales norteamericanas, Maxwell ya ha ganado algunas batallas. Socio, con un 12% del capital, de la recientemente privatizada primera cadena de la televisión francesa, busca ahora poder participar en alguna de las empresas españolas que opten a uno de los tres canales privados de televisión.
"Creo que nuestra presencia en la TF- 1 es buena para la televisión francesa, para el público francés y para Europa. Esperamos encontrar socios en España a fin de que la contribución cultural española, la música, el cine, la industria y el propio conocimiento de España pueda participar en esta empresa global de una televisión que ya no tiene fronteras".
Maxwell, que cuenta ya con socios en Italia y la República Federal de Alemania, además de Francia, considera que España tiene un papel muy importante en su concepto de la televisión global, entre otros factores importantes, por su idioma. "Cientos de millones de personas hablan su idioma, conocen su cultura. Creo que España es un socio muy importante en este proyecto, ya que en un proyecto global de comunicaciones, las empresas españolas no sólo importarán productos, sino que podrán exportar a través de esos canales sus propias obras, darse a conocer en el mundo".
Maxwell colecciona superlativos con tanta facilidad como diseña proyectos ambiciosos. Además de sus títulos como empresario y financiero -primer impresor británico (Pergamon Press imprime cerca de 250 publicaciones); magnate de la Prensa escrita (seis diarios, entre ellos, el potente Daily Mirror); primer operador de televisión por cable del Reino Unido; propietario de un canal de televisión por satélite que emitirá a partir de este verano un programa musical de 24 horas para toda Europa-, Maxwell tiene y pasado y un presente políticos.
Al margen de su papel en la resistencia contra los nazis, que le valió ser condecorado, este ciudadano británico por la gracia de su majestad la reina, fue diputado laborista y sigue siendo miembro del partido de la oposición, lo que no le impidió enfrentarse con los poderosos sindicatos de Prensa en la batalla por modernizar la industria impresora británica.
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