Peres: "Israel recibirá con el mayor entusiasmo al Rey de España"
Simón Peres, ministro israelí de Asuntos Exteriores, se encuentro, desde el domingo en visita oficial de tres días a España, en reciprocidad a la de su homólogo español, Francisco Fernández Ordóñez, a lsrael. Pero, más allá de la importancia diplomática de esta prímera vez en que un representante de su rango viene a nuestro país, las especiales circunstancias de la política israelí hacen mucho más que ministerial su misión. Mientras que el laborista Simón Peres propugna la celebración de una conferencia de paz sobre Oriente Próximo, el prirner ministro, Isaac Shamir, afirma que desea el fracaso de esas gestiones.
Las relaciones entre esta extraña pareja están gobernadas por un simétrico aunque tortuoso acuerdo. Durante 25 meses Peres ha sido primer ministro y Shamir el hombre de Exteriores, y en aquella calidad le entrevistó EL PAÍS en Jerusalén en septiembre de 1985; concluido el primer turno del acuerdo, las piezas intercambian posiciones y Peres visita España como constructor de una política que repudia su jefe de Gobierno. Como dice el ministro Peres ante tan bizantina fabricación: "Es mejor vivir en el desacuerdo que en el pecado".Pregunta. En septiembre de 1985 Simón Peres deciaró a EL PAÍS que a los 500 anos de la expulsión de los judíos, Israel seguía viendo a España a la luz de aquel trágico momento. España e Israel establecieron relaciones diplomáticas en enero de 1986. ¿Han hecho cambiar en algo esa percepción los 15 meses transcurridos de amistad recobrada?
Respuesta. Ha sido España la que ha cambiado en ese tiempo. La nueva España está dirigida por una nueva generación que vive en democracia. Israel tiene ahora con respecto a España una combinación de antiguos recuerdos y grandes esperanzas.
P. ¿Cuál ha sido el fruto para España de esa reanudación de relaciones?
R. En el aspecto bilateral se ha llegado a acuerdos en materias como turismo y ciencia; el volumen de intercambios se ha duplicado en ese tiempo, y creo que estamos muy cerca de resolver las cuestiones pendientes sobre la pertenencia de España al Mercado Común. Se han establecido relaciones culturales con grandes expectativas, pero lo más importante es que nos encontremos en el mismo camino como participantes en el proceso de paz árabe-israelí.
P. ¿En qué ha beneficiado a España en Oriente Próximo el establecimiento de relaciones?
R. Primero hay que subrayar que los temores de que se produjera una reacción negativa del mundo árabe no se han materializado. Al contrario, hay un ambiente de mayor intercambio y sinceridad en el contexto político de la zona y buenas posibilidades de pensarjuntos sobre el proceso de paz. España es un país europeo por excelencia, pero también mediterráneo por su geografía, y por su historia ha vivido una gran relación con el mundo judío. Sólo asistimos al comienzo de un largo proceso. Nuestros dos países apenas se co-nocen y sus economías aprenden ahora lo que es la cooperación, Estos 15 meses han sido un período de acción y de estudio.
P. ¿Cúando visitarán Israel el Rey y el presidente González?
R. La invitación a Felipe González está ya extendida, y sólo hemos de ver qué momento es el más conveniente. Al Rey se le ha invitado de una manera informal, pero no estoy en condiciones de anunciar formalmente esa visita. En cualquier caso, estoy seguro de que Israel recibiría con entusiasmo al Rey de España.
P. España entró en la CE el mismo mes que reconoció a Israel. ¿Hay alguna relación política entre los dos hechos?
R. Creo que sí. Hay conexiones formales tanto como políticas. Israel está afiliada al Mercado Común, y España empezó a tener una política exterior propia sólo al volver a ser democrática y europea, y ello afectó a sus relaciones con el mundo y con Israel. Felipe González me había dicho, sin embargo, mucho antes del ingreso en la CE, que pensaba reconocer a Israel y que sólo esperaba al momento adecuado. Por razones políticas, la decisión tenía que coincidir con la adhesión de España a la Comunidad.
P. ¿Por qué le interesa a Israel el apoyo de España a una conferencia de paz sobre el conflicto árabe-israelí?
R. Le explicaré al Gobierno español que la conferencia de paz sólo es un medio para la celebración de conversaciones directas con los árabes. La idea de una conferencia tiene varios significados para los participantes. Ni los árabes ni nosotros aceptaríamos que un país extranjero nos dictara los resultados de esa conferencia, por lo que toda solución ha de proceder de conversaciones directas.
P. ¿Cómo explicará al Gobierno español el hecho de que su primer ministro, Isaac Shamir, se opone a la conferencia de paz sobre Oriente Próximo?
R. Vivimos una situación extraña porque tenemos un Gobierno extraño. Shamir está contra la conferencia y yo estoy a favor, pero creo que todavía hay tiempo para que reconsidere su postura. Tenemos un Gobierno de coalición de dos partidos y dos conceptos denuestra misión, yo creo que ninguno de los dos vaya a ceder, pero yo presenté mis puntos de vista al Gobierno y al Parlamento y, nadie ha intentado detenerme. Es mejor vivir en el desacuerdo que en el pecado. Cuando se llegue a un acuerdo, el Gobierno tendrá que optar entre dos conceptos.
P. Mañana va a recorrer las calles de Toledo, el gran centro histórico del judaísmo español. ¿Qué sentirá en ese reencuentro?
R. La Toledo antigua es una ciudad de calles pequeñas y tortuosas, y esas calles tienen una gran espiritualidad; por ello, las recorreré viéndolas como una expresión del legado judío. Toledo fue la cuna de la mejor poesía hebrea, muestra de una gran contribución a la cultura universal con características inimitables. Citemos sólo la dedicación del judaísmo español a la astronomía y a la literatura. Ya sabe que el pueblo judío sierripre ha vivido mirando a las letras y a las estrellas.
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