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EL PONTÍFICE Y LA DICTADURA

La Virgen abandonó Andacollo, a pesar de un tabú centenario

Juan Arias

Los habitantes de Andacollo, tierra minera, han hecho un gran regalo al Papa. Ellos poseen una Virgen que desde hace 400 años. no sale de la ciudad. Una leyenda antigua afirma, en efecto, que el día en que esta Virgen se mueva ocurrirá una gran desgracia". Pero, según parece, al Papa le gustaba-que esta imagen estuviese presente en La Serena, desde donde habló de la piedad niarlana y popular. Y ante el deseo del Pontífice, los mineros de Andacollo han hecho un auténtico acto de fe. La dejamos no sin temor", han dicho, "pero con la esperanza de que no va a pasar nada".La Virgen de Andacollo bajó así en una camioneta ofrecida por la muncipalidad del lugar, pero la acompañaron 1. 000 cofrades como una escolta y 200 bailarines.

Además de esta Virgen, salieron ayer para encontrarse con el papa Wojtila la Virgen de la Candelaria de Copiape y el Niño Dios de Sotaquí que tampoco habían abandonado nunca sus iglesias. A las nueve de la noche se juntaron en el cruce de Peñuelas y Pampa. Bailes y cantos celebraron el acontecimiento, y, se inició enseguida una Gran Vigilia de Reconciliacion, en una espera del Papa que duró toda la noche y en la que hubo,confesiones y actos penitenciales. Ya al alba, todos se dirigieron hacia el club hípico para asistir a la misa de Juan Pablo II. escuchar su discurso rnariano y pedir que no pase nada a los hijos de Andacollo por haber permitido, "por cariño al Papa", romper el tabú de que la Virgen no debía moverse de al lado de sus mineros.

Como en otros viajes del Pontífice, la dimensión pastoral e incluso polític a del periplo de Juan Pablo II por Chile ha estado compensada, en estos días, por los aires de auténtica fiesta popular que acompañan a muchos de los actos programados. Son momentos para relajarse de la inevitable tensión de jornadas a-otadoras, marcadas a veces, como el pasado viernes en el parque O'Higgins, por la violencia y, el enfrentamiento.

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