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Gorbachov aplaza en el, último momento su visita a Praga

Mijail Gorbachov no llegará hoy a Praga, tal como estaba previsto. El súbito aplazamiento de la primera visita oficial del máximo dirigente soviético a Checoslovaquia a causa de un leve resfriado , según fuentes oficiales, sorprendió ayer a centenares de informadores llegados de todo el mundo a Praga y ha provocado serios problemas de protocolo al régimen checoslovaco. En medios periodísticos de Praga se cree que la decisión puede constituir, de hecho, un puñetazo en la mesa dado por un Gorbachov descontento con la fría acogida ofrecida por el régimen de Gustav Husak a su política renovadora.

En una conferencia de prensa celebrada ayer, en la que iban a ser expuestas a la Prensa internacional las expectativas oficiales de Checoslovaquia ante esta visita, el viceministro de Asuntos Exteriores, Roman Navozny, anunció que "debido a un leve resfriado" la visita de Mijail Gorbachov queda pospuesta a la segunda mitad de, la presente semana". Extraoficialmente se habla del jueves como fecha probable de la llegada del secretario general del PCUS. El portavoz gubernamental señaló además que la fecha de esta visita nunca había sido fijada para hoy, lunes, día 6, y que, por tanto, no se trata en realidad de un aplazamiento. Cierto es que tanto la agencia soviética Tass como Praga habían manifestado que la visita tendría lugar "a principios de abril". No obstante, desde que se anunció la visita, el Gobierno checoslovaco ha actuado dando por seguro que comenzaría hoy.[La agencia oficial soviética Tass difundió ayer un segundo despacho sobre el aplazamiento del viaje de Gorbachov en el que omitía, contra lo que había hecho en el primero, hacer referencia al "leve resfriado". Según el diario sensacionalista de la RFA Bild, el aplazamiento se debió a tensiones entre los Gobiernos de los dos países por el deseo de Gorbachov de reunirse cori el protegonista de la primavera de Praga, Alexander Dubcek, informa AFP.]

La oficina de Prensa para esta ocasión abrió ayer, las acreditaciones se repartieron a partir del sábado y el programa de la visita estaba ya establecido con un viaje a Bratislava el miércoles, desde donde Gorbachov partiría directamente a Moscú. Toda Praga se halla engalanada con banderas checoslovacas y rojas con la hoz y el martillo, y en los escaparates de comercios y restaurantes se han colocado fotos de Gorbachov y del jefe del Estado y del Partido Comunista checoslovaco, Gustav Husak.

Rumores por doquier

En círculos no oficiales, especialmente entre periodistas llegados a Praga desde Moscú, se comenta que Gorbachov podría tener problemas con las cuerdas vocales. No obstante, el anuncio del aplazamiento de la visita ha disparado los rumores en la capital checoslovaca. Una frase del portavoz del Gobierno que anunció la postergación, en la que aludía a que nunca había sido fijada fecha concreta, "y por lo demás estos viajes hay que prepararlos con tiempo", ha alimentado las sospechas en algunos medios de que el motivo real no es una indisposición de Gorbachov.

Esta visita de Gorbachov a Praga, la primera como invitado oficial del régimen en calidad de máximo dirigente de la URSS, ha despertado grandes expectativas tanto en la población checoslovaca como en la Prensa internacional. En la clase dirigente de Praga se perciben gestos de inquietud y ciertas reticencias hacia la política de apertura y renovación del máximo dirigente soviético.

El jefe del Estado, máximo representante de una clase dirigente instalada en el poder tras la violenta represión de la primavera de Praga por parte del Ejército soviético y otros aliados del Pacto de Varsovia, anunció recientemente, en un pleno del Comité Central del partido comunista checoslovaco, el firme compromiso del régimen de Praga con la política de renovación soviética.

No obstante, entre los cuadros dirigentes se han oído manifestaciones que no pueden interpretarse sino como una crítica a la política de Gorbachov, que mantiene un claro paralelismo con la practicada por Alexander Dubcek, líder del partido en la fracasada reforma hacia el socialismo con rostro humano.

Las dificultades de Husak y de algunos cancerberos de la ortodoxia, como el secretario del Comité Central Vasil Bilak o Jan Fojtik, para aceptar la nueva línea del Kremlin son obvias. Intelectuales disidentes en Praga, así como algunos sectores de la población, que han depositado sus esperanzas en la nueva política de Gorbachov, esperan que la visita del líder soviético logre por fin impulsar una renovación, política y económica, en Checoslovaquia.

"Sí a la política de glasnost (transparencia)", se podía leer ayer en una pancarta oficial colgada en un edificio del centro de la capital. Circulan informaciones por Praga según las cuales los estudiantes habían sido advertidos de que se pasaría hoy lista de asistencia, lo que se ha interpretado como una medida para evitar que acudieran a recibir a Gorbachov.

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