Empleados de Rania, llamados a declarar por presuntos fraudes y agresiones

Algunos empleados de Rania han sido llevados a declarar ante la policía en relación con la denuncia criminal presentada por el gerente de Rania contra los trabajadores de la empresa por presuntas agresiones, amenazas, apropiaciones indebidas y fraudes a Hacienda y a la Seguridad Social.

La denuncia, que ha sido interpretada como "una cortina de humo para encubrir su propia incapacidad" y como "un paso más en la estrategia de liquidación de Rania" por fuentes próximas; a los empleados de la firma lechera, fue presentada con fecha 1 de abril. En ella, el gerente, Antonio Llopis, afirmaba haber sido agredido, haber recibido amenazas contra su persona y su familia, y haber sido expulsado por la fuerza de las instalaciones de Rania por los 25 miembros del comité de empresa y un número indeterminado de trabajadores. Asimismo, Llopis declaraba que los trabajadores -en su calidad de ex accionistas de la sociedad anónima laboral que fue Rania hasta. el pasado octubre- habían cometido presuntamente apropiaciones indebidas y fraudes a Hacienda y la Seguridad Social.Los supuestos fraudes se basarían en un pacto interno de Rania, por el cual los trabajadores declaraban y cotizaban según unos salarlos nominales inferiores a los salarios reales, y en la existencia de una doble contabilidad, según reveló una auditoría encargada por Danloph, empresa propietaria de Rania que agrupa a 27 ganaderos y productores de leche. Fuentes próximas a los trabajadores reconocieron corno ciertos estos extremos, pero puntualizaron que "no se pretendía engañar ni ocultar beneficios, sino aprovechar los resquicios de la legislación para intentar hacer viable una empresa que había quedado en nuestras manos". En cuanto a las agresiones, las mismas fuentes dijeron que "ha habido situaciones de violencia no justificables, pero habría que ver quién las ha provocado".

Contabilidad polémica

Fuentes próximas a los actuales propietarios de Rania han acusado también a los antiguos responsables de la sociedad anónima laboral de falsear las cifras sobre las cuales se firmó la compra de la empresa, el pasado 9 de febrero, y de haber firmado un buen número de talones en los días inmediatamente anteriores a esa fecha datados en días posteriores. Un portavoz de los trabajadores calificó la acusación de "totalmente falsa, ya que la transacción se efectuó sobre un balance consolidado que incluía el conjunto de la contabilidad". "En cuanto a lo de los talones;", añadió el portavoz, "se firmaron con fechas escalonadas, al igual que veníamos haciendo en los últimos años"."Todo esto", concluyeron las fuentes laborales, "responde a una estrategia encaminada a librarse de todos los trabajadores y liquidar Rania". Fuentes de Danloph califican de "absurda" la supuesta voluntad de liquidación, "porque no tiene sentido comprar una empresa hipotecada y en quiebra y gastar en ello más de 150 millones de pesetas, para liquidarla luego". Según Danloph, su único objetivo es "conseguir, a través de Rania, un canal de comercialización para la leche que producimos".