Gorbachov fascina a Thatcher, pero no la convence

El mantenimiento de las diferencias sobre un eventual acuerdo sobre euromisiles y una gran cordialidad personal no exenta de dureza caracterizaron las conversaciones que la primera ministra británica, Margaret Thatcher, mantuvo en Moscú con el máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov. En una conferencia de prensa celebrada ayer, Thatcher se prodigó en elogios para Gorbachov y calificó su viaje a la URSS como la "visita más fascinante y estimulante" que ha hecho al extranjero. La primera ministra dijo que no recuerda haber pasado tanto tiempo hablando con alguien como con Gorbachov: en total siete horas de negociaciones, más dos horas de almuerzo y una cena privada, que iba a celebrarse anoche, con la presencia de la esposa de Gorbachov, Raisa; el jefe del Gebierno soviético, Nikolai Rishkov y la esposa de éste.

En materia de derechos humanos, Thatcher afirmó que acoge positivamente lo que se ha hecho ya en la URSS, aunque, según dijo, "todavía queda mucho por hacer". La dirigente británica se mostró optimista sobre la concesión de mayor libertad de expresión, culto y circulación de las ideas en la URSS. Tuvo palabras cálidas para la "democratización, reconstrucción y transparencia" en marcha en la URSS, y afirmó rotundamente que una Unión Soviética más abierta, con un mayor nivel de vida basado en un sistema de incentivos, más democracia y mayor distribución de las responsabilidades va "en interés de todo el mundo". Saliendo al paso de los reproches hechos el día anterior por Gorbachov, Thatcher precisó que el concepto de democratización no significa necesariamente lo mismo en el sistema socialista que en Occidente. La primera ministra británica había vinculado el progreso en materia de armamento al respeto de los derechos humanos en la URSS. Thatcher calificó de prioritario el acuerdo sobre misiles de alcance medio en Europa, pero señaló que éste puede ser retrasado por la falta de convergencia sobre el derecho de Occidente a igualar los límites del Pacto de Varsovia en materia de misiles de corto alcance. La primera ministra reiteró su posición, según la cual un acuerdo sobre misiles de alcance medio debe incluir no sólo limitaciones para la congelación de los misiles de corto alcance soviéticos, sino también el derecho a igualar límites por parte de la OTAN. Pidió la primera ministra que el tratado soviético-norteamerícano sobre los euromisiles contenga una "referencia directa" no solo a las limitaciones a los misiles de corto alcance, sino también a la continuación posterior de las negociaciones.El día anterior, Thatcher había acusado al Pacto de Varsovia de tener una diferencia de nueve a uno a su favor en misiles de corto alcance. Respondiendo a una pregunta sobre la posibilidad de firmar un acuerdo sobre los euromisiles antes de finales de año, Thatcher no descartó, no obstante, esta posibilidad.

El jefe de la dirección de problemas de desarme del Ministerio de Exteriores de la URSS, Víctor Karpov, y el representante del Estado Mayor soviético, general Nikolai Chervov, repitieron ayer la posición soviética que insiste en la firma de un acuerdo sobre los euromisiles por separado, para proceder después con los misiles de alcance inferior.

Chervov rechazó el concepto de congelación propuesto por EE UU, según el cual los Pershing II quedarían reciclados en cohetes de inferior alcance para contrarrestar la superioridad de la URSS en cohetes operativostácticos. Según Chervov, la OTAN tiene superioridad en cohetes operativo-táctico (entre 500 y 1.000 kilómetros) y desventaja en los tácticos o de corto alcance (hasta 500).

Contrapesos occidentales

Los altos funcionarios soviéticos no aclararon cuales son los contrapesos occidentales que la URSS pretende oponer a ambas categorías en lo que Moscú define por ahora como una fase posterior de las negociaciones. La URSS considera que los misiles instalados en Checoslovaquia y Alemania Oriental en el marco de las contramedidas a la OTAN son operativo-tácticos y ha propuesto retirarlos de ambos países en cuanto se logre el acuerdo sobre euromisiles, para someterlos al procedimiento general acordado para estas categorías. La posibilidad de incluiraquí los contingentes de disuasión francés y británico, eliminados de la primera fase de la negociación, continúa abierta.

En el tema de Afganistán se revelaron desacuerdos entre Gorbachov y Thatcher, quien admite la idea de un Afganistán neutral y no alineado, pero reitera la exigencia de una inmediata salida de la tropas soviéticas. Gorbachov acusa a Occidente de torpedear el acuerdo y pide el cese de la "injerencia occidental" para retirar las tropas.

La primera ministra dio anoche una lección de tablas a los tres periodistas soviéticos que la entrevistaron durante tres cuartos de hora en la televisión, Thatcher estuvo durísima, sobre todo en los temas de armamento que aprovechó para atacar la instalación de los SS-20 soviéticos en los setenta y, defender la SDI, Se trata de una entrevista sin precedentes en la URSS.