La CE autoriza a España a ampliar sus ayudas a la siderurgia en 283.000 millones

La Comunidad Europea (CE) ha autorizado a España a consagrar de aquí a finales del año próximo 283.322 millones de pesetas para la reconversión de la siderurgia, pero a cambio ha pedido que los recortes de producción no sean, como lo previsto, de 3,2 millones de toneladas, sino de más de cuatro millones, según se informó ayer oficialmente en Bruselas.

Después de haber llevado a cabo, con la colaboración del consulting McKinsey, un estudio en profundidad de las perspectivas de viabilidad de las empresas siderúrgicas españolas, la Comisión Europea propuso al ministro de Industria, Luis Carlos Croissier, medidas complementarias de reestructuración industrial y financiera.El objetivo de esta proposición del órgano ejecutivo europeo consiste, según su portavoz, en incrementar las posibilidades de viabilidad del sector siderúrgico español para que pueda competir con el resto del comunitario cuando en diciembre de 1988 expire el período transitorio del que se beneficia actualmente y que le permite librarse de la estricta disciplina a la que la CE somete las ayudas a la industria del ramo.

Hace tres meses Croissier comunicó a la Comisión su intención de proporcionar ayudas complementarias, por valor de 223.322 millones de pesetas, a las empresas o grupos Ensidesa, Altos Hornos de Vizcaya, Forjas y Aceros de Reinosa y Acenor para que llevasen a cabo su saneamiento financiero y para aligerar también sus cargas sociales.

El Ejecutivo europeo, y concretamente el comisario Peter Sutherland, que sigue de cerca la concesión de las ayudas estatales, ha exigido a cambio de ese complemento que el Estado español pretende entregar a la industria siderúrgica una reducción suplementaria de 750.000 toneladas de la capacidad de producción de los laminados en caliente.

Las conversaciones en curso entre Bruselas y Madrid han permitido hasta el momento identificar en un 60% a qué empresas y a qué productos laminados en caliente afectará la nueva rebaja global de 750.000 toneladas, pero queda aún por determinar qué otras producciones padecerán también recortes de 295.000 toneladas de aquí a finales de 1988.

Reducción de capacidad

A la reducción de 3,2 millones de toneladas de la capacidad de producción del sector siderúrgico español, estipulada en el protocolo número 10 del Tratado de Adhesión de Madrid a la CE, se añaden ahora 750.000 toneladas. Dentro de 21 meses, la producción global de España se situará, por lo tanto, por debajo de los 18 millones de toneladas que figuraban en el texto firmado en la primavera de 1985.

La Comisión autoriza, por último, al Ministerio de Industria a echar mano de otros 60.000 millones de pesetas que se suman a los 223.322 millones de las ayudas complementarias notificadas en diciembre pasado por Croissier para alcanzar en total la cifra de 283.322 millones.

Pero Madrid sólo podrá utilizar esta última partida si la destina a racionalizar la siderurgia integral española, fomentando una mejor coordinación entre empresas, y si acepta una nueva reducción de las capacidades de producción de laminados en caliente de otras 200.000 toneladas.

La utilización global o parcial de los 60.000 millones tendrá que obtener previamente el aval de! Ejecutivo comunitario, al que serán sometidas las operaciones de coordinación que Croissier tenga la intención de promover, así como la financiación necesaria para llevar a cabo cada una de ellas.

Medidas drásticas

Aunque sólo tiene carácter obligatorio en un 79%, la reducción suplementaria de capacidad solicitada por Sutherland como contrapartida de los 283.322 millones asciende a 950.000 toneladas, que se añaden a los 3,2 millones anteriormente pactados.

A pesar del carácter drástico de estas medidas, un portavoz de la CE comentaba ayer que "ni siquiera así tenemos la garantía de que dentro de año y medio la siderurgia española sea rentable".