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El partido eanista abre una crisis de Gobierno en Portugal al presentar una moción de censura

La decisión del Partido Renovador Democrático, del ex presidente Antonio Ramalho Eanes, de presentar una moción de censura contra el Gobierno minoritario de Aníbal Cavaco Silva abre una crisis política de consecuencias imprevisibles en Portugal. La moción de censura anunciada ayer es la primera desde la llegada al poder de los socialdemócratas, en noviembre de 1985. La iniciativa de los eanistas sorprendió en los ambientes políticos portugueses por el momento en que se presenta y el pretexto que ha sido elegido: un incidente durante la visita a la Unión Soviética de una representación parlamentaria encabezada por el presidente del Congreso, el socialdemócrata Fernando Amaral.

Pero en el fondo, la crisis ahora abierta estaba latente hace varios meses. La Prensa portuguesa se refirió con insistencia en las últimas semanas a la posibilidad de que se convocasen elecciones legislativas anticipadas. Se habló incluso de una fecha para los comicios -octubre próximo-, y los partidos políticos han empezado discretamente a preparar sus máquinas electorales. El propio partido gubernamental alertó a todas las federaciones socialdemócratas para la eventualidad de celebrar elecciones en 1987, aunque se refería a las elecciones de diputados portugueses para el Parlamento de Estrasburgo.De momento, se trata únicamente de especulaciones, ya que el camino hacia la eventual disolución del Parlamento en Lisboa es largo y complicado y la decisión final corresponde, según la Constitución portuguesa, al presidente de la República. Mario Soares defiende la estabilidad política y ha afirmado recientemente que "las elecciones anticipadas serían muy impopulares en Portugal".

Respaldo comunista

La moción de censura de los renovadores democráticos cuenta únicamente con el respaldo del partido comunista, pero, a su vez, el Gobierno no dispone de otro apoyo seguro que el del grupo socialdemócrata, con apenas un 30% del pleno de los diputados. La abstención de los socialistas y de los democristianos sería suficiente para que la moción de censura fuese aprobada, provocando automáticamente la caída del Gobierno.En este caso, Mario Soares podría decidir confiar de nuevo la formación de un Gobierno al partido socialdemócrata y, en el caso -considerado probable- de una negativa de Cavaco Silva, encargar a los socialistas, como principal partido de la oposición, que tratasen de resolver la crisis.

La imposibilidad de conseguir una solución de recambio obligaría al presidente a disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones. Ningún Parlamento llegó al fin de su mandato en Portugal desde 1976.

El secretario genaral del partido socialista, Víctor Constancio, acusó ayer al partido eanista de haber provocado una crisis grave en vísperas de la salida de Mario Soares para una visita oficial de 10 días a Brasil, y el secretariado nacional del PS se reunió con carácter de emergencia anoche para analizar la situación.

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La decisión a adoptar con respecto a la moción de censura es muy difícil para los democristianos, pero, sobre todo para los socialistas. Ambos votaron hace una semana con los eanistas y los comunistas una resolución condenando la actitud del Gobierno en relación al incidente que ahora sirve de pretexto para la moción de censura. Además, los socialistas han hecho críticas durísimas a la actividad del Gobierno, al que acusan de desperdiciar las oportunidades creadas por la coyuntura económica internacional.

Víctor Constancio es criticado dentro de la dirección socialista por su rechazo a las alianzas posibles con los demás partidos de la izquierda, actitud que tiene como único resultado mantener al Gobierno de Cavaco Silva en el poder.

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