Un viejo amigo de Felipe González
La dimisión de Willy Brandt de la presidencia del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) resucita las especulaciones sobre su sucesión al frente de la Internacional Socialista (IS), cuyo liderazgo ejerce desde 1976. Brandt no está forzado a dejar la IS por renunciar al cargo en su partido, pero ya en anteriores ocasiones ha mencionado el deseo de abandonar su puesto en el próximo congreso de la organización.
Las estrechas relaciones políticas y personales que el histórico dirigente alemán ha mantenido siempre con España, con el presidente del Gobierno, Felipe González, y con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), han dado pie a que cada vez que se habla de la sucesión de Brandt se mencione como primer candidato al cargo al líder del socialismo español, que en años anteriores fue su protegido político.
Willy Brandt se refirió últimamente a las cualidades de Felipe González para sucederle en la presidencia de la IS en una visita a España a finales de febrero pasado. Brandt dijo entonces que una eventual candidatura de González, a quien calificó de "joven, aunque viejo amigo", "sería muy fuerte".
Felipe González, actualmente uno de los vicepresidentes de la IS, descartó posteriormente que tenga intención, "ahora o en el futuro", de aspirar a la presidencia de la IS, que, dijo, está bien ocupada por Brandt.
Brandt ha desarrollado en sus once años de presidente un papel clave en la orientación de la IS. Como líder de esa organización ha intentado actuar de mediador en varios conflictos internacionales, entre ellos el de Nicaragua, para el que siempre pidió el punto de vista de los socialistas españoles. Con ese motivo, Brandt ha viajado en varias ocasiones a España desde que el PSOE llegó al Gobierno.
Su relación con España se remonta a los años de la guerra civil, cuando Brandt visitó Cataluña en pleno conflicto. Brandt contó su experiencia en esos años en su libro de memorias Izquierdista y libre. Mi camino, 1930-1950.
