Una bomba mata a 4 personas en el ensayo de un acto castrense al que iba a asistir Aquino

Una bomba de acción retardada que estalló en la madrugada de ayer en la Academia Militar de Filipinas, en Baguío, a unos 200 kilómetros al norte de Manila, segó la vida a cuatro personas e hirió a otras 38, según se informó oficialmente. La bomba estalló cuando los cadetes de la escuela estaban ensayando una ceremonia militar de graduación que se iba a celebrar el próximo domingo y a la cual debía asistir la presidenta Corazón Aquino. Ningún grupo se atribuyó de inmediato la paternidad del atentado.

La bomba estaba instalada bajo la tribuna en la cual Aquino iba a hacer uso de la palabra, que, resultó parcialmente destrozada. Fuentes militares insinuaron que se trató de dos bombas que estallaron simultáneamente y que probablemente dormían allí desde hace días.La víctimas mortales son un coronel, dos sargentos y la viuda de un militar muerto en combate que iba a recibir una medalla el domingo en nombre de su marido. Los heridos son 14 oficiales, 7 soldados y 17 civiles, según un informe del Ejército. Un portavoz de Aquino informó que la presidenta visitará a los heridos, pero no concurrirá a la ceremonia del domingo, que probablemente será retrasada.

Ni las autoridades militares ni el Gobierno especularon acerca de los posibles autore del atentado.

Por otra parte, 19 militares murieron y otros siete resultaron heridos durante una emboscada realizada el martes por miembros del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP), la guerrilla comunista, en una zona rural de la provincia de Quezón, al sur de Manila, según la agencia estatal de noticias PNA. La agencia informó que los rebeldes colocaron minas al paso de un camión que transportaba soldados, escoltado por un vehículo blindado, y luego les dispararon. No se informó de bajas entre los rebeldes.

Más ayuda de EE UU

Entretanto, el secretario de Defensa adjunto para Asuntos de Seguridad Internacional de Estados Unidos, Richard Armitage, declaró el martes ante un subcomité de la Cámara de Representantes que Aquino necesita más ayuda económica norteamericana para superar los graves problemas que enfrenta. Armitage dijo que "la complacencia [frente a la actual situación filipina] puede ser fatal para los éxitos que ha logrado Aquino", y pidió al Congreso que apruebe una propuesta gubernamental de ayuda militar y económica de 260 millones de dólares (unos 34.000 millones de pesetas) a Filipinas en el año fiscal que comienza el 1 de octubre.

Armitage criticó, sin embargo, a Aquino por no tener un plan general para hacer frente a la guerrilla comunista que incluya a la vez aspectos militares, políticos, económicos y sociales.