Extrañas opciones electorales
Un tercio del Parlamento pasará a manos femeninas
Las elecciones legislativas de ayer y de hoy en Finlandia constituyen unos extraños comicios, en los que se presentan 13 partidos políticos a los que no separan grandes cuestiones, salvo que los conservadores son más radicales que los socialistas. Es tal la situación, que una propuesta conservadora para implantar un salario mínimo de 1.800 marcos (unas 50.000 pesetas) para los parados fue condenada por el líder socialista y actual primer ministro, Kalevi Sorsa.
Sorsa consideró que esa medida llevaría a Finlandia a la ruina económica, aunque, consciente de que la propuesta podía atraer votos para los conservadores, se vio forzado a prometer que triplicaría las bonificaciones familiares. Todos los partidos están de acuerdo sobre la necesidad de una reforma fiscal. Es una cuestión de matices, dice el líder conservador, Ilka Suominen.La anunciada apatía varonil hará que estas elecciones sean las únicas de Europa en las que votarán más mujeres que hombres. Por tanto, se da por seguro que uno de cada tres de los 200 escaños quedará en manos femeninas.
A pesar de los carteles con dos apuestos jóvenes desnudos para incitar a votar, la decrepitud también tiene su peso en estas elecciones, con un partido de los jubilados que pide un aumento en las pensiones estatales. Sus candidatos son algo sordos, lo que ha llevado a situaciones confusas en algunos mítines electorales y conferencias de prensa. Los comunistas, por su parte, se han dividido en dos partidos, un pro glasnost y otro estalinista, por lo que se espera que pierdan votos.
Y luego está el factor Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), que amenaza con dividir a la alianza de la Liga Cristiana con los partidos Liberal y Popular Sueco de Centro. Los cristianos están en contra de la distribución gratuita de condones por parte de las autoridades sanitarias finlandesas.
Los ciudadanos descontentos, que votan a pesar de la similitud de los programas de los grandes partidos, votarán esta vez al Partido Rural, o a los verdes. Estos últimos pueden incrementar su presencia en el Parlamento de dos a 10 escaños. Los verdes finlandeses hacen que sus homólogos europeos parezcan convencionales en comparación con ellos. No reconocen a ningún líder, y su fundador espiritual, Pentii Linkola, pescador, escritor y recluso -criticado por ecofascista- parece haber roto con el movimiento.
El Teatro de Dios
Más allá todavía, se sitúa el Teatro de Dios, con su utilización de técnicas dramáticas que incluyen desnudos sobre el escenario, latigazos a la audiencia y defecación en el auditorio. Este grupo teatral se convirtió en tema electoral cuando el ministro de Cultura, Gosta Bjorkstrand, ex sacerdote, amenazó con retirarle la subvención estatal. Bjorkstrand fue condenado por "persecución de una opinión minoritaria". Se espera que pierda su escaño. Pero el grupo representó entonces una crucifixión de algunos de sus miembros, cerró a cal y canto el local y lo llenó de los gases producidos por un coche en marcha. Sólo cuando la audiencia estaba a punto de asfixiarse abrieron las puertas. Los finlandeses son muy tolerantes, pero esta vez el Teatro de Dios había ido demasiado lejos. Bjorkstrand se convirtió entonces en un héroe nacional.
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