Un concejal clausuró cinco bares 'sospechosos'
Francisco Garrido, concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid, titular de la Junta Municipal de Vallecas, declaró a este periódico que tuvo que clausurar cinco bares del barrio de los que se sabía eran centros de tráfico de drogas, después de comprobar que no surtían efectos las denuncias que envió a la comisaría de Vallecas y a la Delegación del Gobierno, que entonces dirigia José María Rodríguez Colorado, hoy director general de la policía.Garrido afirmó: "La clausura de los bares y cafeterías la decidí hace aproximadamente año y medio. Yo tenía noticias de que eran utilizadas como puntos de venta de droga, no sé si con el conocimiento o no de sus propietarios, a través de las denuncias que los vecinos me presentaban continuamente en la junta. Tampoco era necesario que los vecinos lo hicieran. Cualquier persona interesada en el tema puede comprobar cómo la droga se vende en locales públicos o en plena calle. Ahora mismo, la calle de Antonia Calas es un punto de venta conocido por todos".
"Cuando recibí las denuncias de los vecinos, me limité a darles curso y pasar una copia a la comisaría de Vallecas. Pasó un tiempo, no vi resultados, y trasladé las denuncias a la Delegación del Gobierno, y cuando tampoco vi que se hiciera gran cosa, al menos en apariencia, se las envié a Interior".
Garrido cuenta que, al ver que las denuncias por los cauces oficiales no parecían tener resultados, decidió a actuar él mismo, utilizando la vía administrativa, la única que está a su alcance.
El concejal mandó a sus inspectores, comprobó que los locales en cuestión presentaban irregularidades administrativas, como no contar con las mínimas medidas de seguridad, y utilizó estas excusas para clausurar los locales. "Tuve que hacerlo así porque, aunque la lucha contra la droga no sea, legalmente hablando, competencia municipal, un concejal no puede quedarse sin hacer nada frente a problemas que están afectando directamente a sus vecinos. Lo que ocurre es que no se puede clausurar un local indefinidamente. Cuando los propietarios subsanaron las deficiencias, hubo que darles de nuevo la licencia de apertura. Hicimos lo que pudimos".
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