Elogio de la nación

Quiero formularle tres preguntas a Solé Tura, autor del trabajo EI papel de Cataluña y el País Vasco en España (20 de febrero), donde hacía un fervoroso elogio de la nación española y un plañidero lamento de las nacionalidades catalanas y vasca. Si es cierto, tal como dice, que el nacionalismo español ya no es lo que era, sino que ahora es un modelo de democracia y de espíritu innovador, repleto de prestigio en todo el mundo, ¿por qué no acepta que tanto Cataluña como Euskadi ejerzan el derecho de autodeterminación, que es la única fórmula civilizada y democrática que han inventado los humanos para resolver los conflictos entre pueblos y naciones?Si es cierto que el nacionalismo catalán propiciado por CiU sólo susbsiste en base al conflicto sistemático, la crispación y el victimismo" y que, en consecuencia, "se encuentra metido en un callejón de muy difíciI salida", ¿por qué CiU va incrementando espectacularmente el número de votos en cada elección autonómica, precisamente en el mismo grado y medida que los va disminuyendo su principal opositor, el PSC-PSOE, cuyo soporte sociológico, de paso, se ve reducido cada vez más al cinturón industrial de Barcelona, es decir, a los menos integrados por razones ajenas a su voluntad al proyecto nacional de Cataluña? ¿,Es que los catalanes son tontos al inclinarse cada vez más por CiU?

Si es cierto, como dice Solé Tura, que Jordi Pujol es "Ia figura posible de la nueva derecha española", ¿acaso el Gobierno de Barcelona es más de derechas que el de Madrid? ¿En qué actos el Gabinete catalán ha sido más liberal y neocapitalista que el gabinete español?

Me da la impresión que el infatigable españolismo de Solé Tura le lleva a confundir el concepto de Estado con el de Nación, cosa que no deja de ser curiosa para un jurista. Es verdad que el funcionamiento del Estado ha variado, pero el nacionalismo español está tan vivito y coleando como hace cinco siglos, pues los comportamientos multiseculares no se cambian en cinco días-