Un apostante de la 'loto' que destruyó el resguardo cobrará un premio de 148 millones

Un apostante de la Lotería Primitiva, al parecer domiciliado en Mataró (Barcelona), y cuya identidad no ha sido facilitada, cobrará mañana un premio de casi 148 millones pese a que había destruido el resguardo del boleto afortunado. Este apostante se enteró de su suerte a través de la carta de felicitación que el gerente de la Lotería Primitiva, Jesús Evangelio, remite a todos los ganadores de un premio importante cuando en el boleto figura la identidad de su titular.El premio corresponde al sorteo número 46, celebrado el 13 de noviembre del pasado año, en el que la suerte recayó en los números 1, 6, 26, 30, 41 y 43. El número complemetario fue el 18. En este sorteo los boletos de seis aciertos, premiados con 147.925.705 pesetas cada uno, fueron dos, uno sellado en Pontevedra y otro en Mataró. El primero fue pagado tras el plazo habitual de 15 días, transcurrido el período de reclamaciones.

El segundo acertante no advirtió su fortuna y, según fuentes del Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (ONLAE), incluso destruyó el resguardo del boleto. Sin embargo, en el cuerpo principal del mismo, es decir, en la parte del boleto que queda en poder del distribuidor, figuraba "con toda claridad", según el ONLAE, el nombre y dirección del afortunado apostante. Este hecho permitió que el gerente de la Lotería Primitiva remitiera una carta de felicitación al ganador, en la que además se le informaba de los plazos y trámites necesarios para hacer efectivo el premio.

Tras la sorpresa inicial, el titular del boleto sellado en Mataró se puso en contacto con el ONLAE y comunicó que ya había destruido el resguardo. "Como no existe ninguna duda de que él es el verdadero titular del boleto ganador se le abonará el premio", explicó Evangelio.

El retraso en el pago del premio -más de tres meses y medio desde el sorteo- obedece a una serie de garantías previstas en las normas que rigen la primitiva. El resguardo del boleto afortunado es, de hecho, un documento al portador y podía darse el caso de que se hubiera perdido el resguardo. Por este motivo, no podía descartarse que alguien intentara cobrar el premio, aunque en este caso, dado que la identidad del ganador no ofrecía dudas, no se le hubiese pagado. [La emisora Catalunya Ràdio informó anoche que son dos las personas que rellenaron el boleto y que ambas trabajan para la empresa Cobega como repartidores de Coca-Cola. Si bien se desconoce su identidad, se sabe que uno de ellos es gallego, está casado y vive en Barcelona, y que el otro vive en Santa Coloma de Gramenet].