Redondo hace un llamamiento a la serenidad y la mesura y pide al Gobierno más sensibilidad con las demandas sociales
El secretario general de UGT, Nicolás Redondo, hizo ayer un llamamiento a que no se produzcan más confrontaciones "de las necesarias" con el Gobierno, durante su intervención en la clausura del XI Congreso de la Federación Estatal de Banca, Ahorro, Seguros y Oficinas (FEBASO), del sindicato. En el Congreso, Justo Fernández fue reelegido por unanimidad secretario general de la federación, y anunció que no se presentará a una próxima reelección dentro de cuatro años, "porque no quiero jubilarme de sindicalista".Nicolás Redondo, se negó rotundamente a que en UGT se produzca un desarme ideológico y a que el sindicato sea un "partido bis", reafirmando una vez más la autonomía respecto al PSOE y al Gobierno. Dijo que "no siempre son idílicas las relaciones entre el Gobierno y el sindicato" y que "hay que desdramatizar la confrontación". La acción sindical debe realizarse frente a cualquier tipo de gobierno, de acuerdo, si es posible, con las demás centrales sindicales.
Señaló que no se pretendía hacer el juego a quienes intentan incomodar al Gobierno. "Pero sí exigimos que no se nos identifique con una política económica de la que discrepamos", añadió. "No queremos ser ni apoyo, ni cobertura, ni coartada de medidas contra los trabajadores". Arremetió una vez más contra el ministro Solchaga, aunque sin mencionarlo explícitamente. Se refirió a los neoliberales y reaganistas -"que son los mismos"- y dijo que "los inteligentes no están en los partidos de la derecha y éstos son los más peligrosos puesto que son los que más saben".
Nicolás Redondo señaló que no deseaba ver un estallido en la confianza entre un gobierno de izquierdas y los trabajadores. "Nuestro enemigo sigue siendo la derecha", dijo. Rechazó que UGT se hubiera radicalizado "Hemos ganado las elecciones sindicales y nos podemos permitir una actuación tranquila, prudente y audaz", explicó.
Resaltó que UGT ha sido quien más ha concertado y atribuyó a una reacción de "psicodrama" el hecho de que se culpe únicamente a este sindicato, por parte de algunos miembros del Gobierno y la CEOE, de que este año no se haya alcanzado el acuerdo, ya que las demás centrales sindicales han defendido bandas salariales por encima del 7%.
Un problema político
Redondo afirmó que el incremento salarial entre el 5% y el 7% se va a conocer como "el deseado" ya que no pone en entredicho la moderación salarial. Recordó la conflictividad de los años 79 y 84 en que no hubo concertación y dijo que el Gobierno y los empresarios deberían ser más sensibles a las demandas sociales para que "se restablezca el diálogo social en una situación tensa por impaciencias lógicas, justificadas por una cierta insatisfacción".El secretario general de UGT, añadió que "aquí lo que gravita es un problema político". La única explicación encontrada por Redondo a la "cerrazón tremenda" por parte de algunos miembros del Gobierno fue ésta: "En el 86 hubo elecciones y hay que prometer cosas; en el 87 apretamos, y en el 88 y 89 soltamos la mano para volver a ganar".
Nicolás Redondo denunció el hecho de que empresas públicas estén financiando a la CEOE, o lo que es lo mismo, "apoyando una política en contra de los trabajadores, en contra del Gobierno socialista y financiando a la derecha". Estos ingresos, dijo "deberían emplearse en formación profesional y empresarial" ya que, en su opinión, uno de los factores que más influyen en la productividad es la deficiente gestión empresarial y la falta de profesionalidad, y no sólo el aspecto salarial.
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