Los sindicatos retan al Gobierno con movilizaciones en la calle
La marcha de unos 10.000 mineros asturianos a Madrid, convacados separadamente por CC OO y UGT, y el anuncio de una huelga en Renfe para el próximo día 18 constituyen el preludio de otras movilizaciones a las que se intenta arrastrar a importantes empresas de comunicaciones como Iberia, Aviaco y Telefónica. Todo ello, junto con la ruptura de negociaciones en el convenio del metal y la convocatoria de nuevas protestas agrarias, configura un frente de conflictividad laboral contra el Gobierno que amenaza con ampliarse en los próximos días.
Las calles de Madrid vivieron ayer el hecho insólito de dos manifestaciones de mineros asturianos de una misma empresa (Hunosa), que fueron convocadas de forma separada por CC OO y por UGT y que en ningún memento llegaron a encontrarse. En total, unos 10.000 mineros acudieron a Madrid en autocares y en un tren especial para manifestarse ante el Ministerio de Industria y el Institulo Nacional de inclustria (INI).Además de la mineria. 'la conflictívidad amenaza al cransporte y al sector agrarlo. En Renfe se ha convocado una huelga para el próximo día 18. La convocatoria se debe a la negociación del convenio, que se afronta desde posiciones muy distantes por parte de la empresa y de los sindicatos respecto a la subida salarial. Por último, en el sector del metal, cuyo convenio se iba a firmar ayer, se produjo una ruptura de las negociaciones, tras la intervención personal de Nicolás Redondo y la dirnisión del vicepresidente de la patronal. En todos los casos se cuestiona la política económica de Carlos Solchaga, que aconseja subidas salariales en torno al 5%. Metal y transportes y comunicaciones figuran entre los sectores que emplean a mayor número de trabajadores.
Las protestas coinciden también con la falta de concertación en el sector agrícola, en el que las principales organizaciones agrarias han convocado, o están a punto de hacerlo, nuevas movilizaciones. Sólo la aprobación, ayer, del convenio de Seat y la anulación de la huelga convocada en la construcción atenúan algo este panorama conflictivo.
Páginas 51 y 52
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