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Sindicatos y altos mandos denuncian la marginación de la policía en Presidencia

Sindicatos policiales y altos funcionarios de la policía han expresado a este periódico su malestar por la marginación de que son objeto en el gabinete de asesores expertos en defensa y seguridad del palacio de la Moncloa, así como en la Jefatura de Seguridad de la Presidencia del Gobierno, cargo para el que fue nombrado el comandante Fernando Puell el pasado 31 de enero. Puell había trabajado con el comisario Manuel Céspedes, ex jefe de seguridad de Felipe González y actualmente delegado del Gobierno en Melilla.

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El gabinete de expertos está dirigido por un teniente coronel del Centro Superior de Información de la Defensa (CESID) y la jefatura de Seguridad de Presidencia ha sido recientemente adjudicada a un comandante del Ejército. Un nuevo equipo de asesores creado el pasado mes por Julio Feo, secretario general de la Presidencia, está también compuesto por cuatro miembros del CESID y dos funcionarios del ex Cuerpo Superior de Policía.El Sindicato Profesional de Policía (SPP) afirma ante esto que "todos los puestos de responsabilidad en materias de seguridad y protección deberían estar en manos de responsables cualificados de los Cuerpos de Seguridad. Parece poco razonable y una clara imposición del Ejército que al frente de estos departamentos se encuentren militares y exista una marginación absoluta de la policía, que ha demostrado largamente su profesionalidad en estas materias".

La Unión Sindical de Policías (USP) expresa su malestar por el hecho de que los funcionarios de policía estén "absolutamente relegados en el gabinete de expertos de la Moncloa". Este sindicato es partidario, por otra parte, de que las funciones de lajefatura de Seguridad de la Moncloa estén en manos de un comisario experto en protección y escoltas y no "en manos de militares que carecen de una preparación específica sobre seguridad".

Altos funcionarios policiales, que quieren mantener reservada su identidad, coinciden en que los militares acaparan estos puestos y que se produce una marginación de funcionarios del antiguo Cuerpo Superior de Policía, hoy Cuerpo Nacional de Policía, tras la unificación con la Policía Nacional.

Estos mismos funcionarios recuerdan que, después del 23-F, numerosos funcionarios de policía fueron sustituidos en la seguridad del Rey por guardias civiles, lo que provocó las protestas de ese cuerpo.

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Sin asesores

Los sindicatos y los funcionarios consultados consideran que es irrazonable que la policía no disponga de asesores y especialistas en el gabinete de defensa y seguridad de la Presidencia del Gobierno.

El pasado 31 de enero se llevó a cabo una remodelación de la jefatura de Seguridad de la Presidencia del Gobierno por la cual se nombró como jefe, con categoría de director general, al comandante de infantería Fernando Puell de la Villa, de 46 años, experto en carros de combate. El personal de esta jefatura depende administrativamente del Ministerio del Interior.

Las críticas de los sindicatos y los funcionarios policiales no van dirigidas personalmente hacia el comandante Fernando Puell, considerado por sus subordinados un oficial eficaz, sino al hecho de que estos altos cargos estén en manos de militares, cuando son funciones específicas de los Cuerpos de Seguridad, que además han sido preparados para tareas de protección y escolta.

Recientemente, el secretario general de la Presidencia, Julio Feo, encargado también de la coordinación en la lucha internacional contra el terrorismo, creó un equipo de asesores, compuesto por cuatro militares, también del CESID, y dos funcionarios del ex Cuerpo Superior de Policía. Sin embargo, esta reciente designación es claramente insuficiente para los sindicatos y altos cargos policiales consultados.

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