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La firma italiana FIN, SA, estafa a agricultores catalanes con créditos falsos de la Comunidad Europea

La Comisión de la CE y la policía barcelonesa investigan una estafa de la que han sido víctimas decenas de grandes propietarios agrícolas catalanes por parte de una supuesta empresa de gestión italiana, denominada FIN, SA, con sede en Lugano (Suiza) y sucursal en la Travessera de Gràcia, de Barcelona, que prometía conseguir créditos a fondo perdido de 200 y 300 millones de pesetas a cambio de una minuta que oscilaba sobre los dos millones. Tanto la firma del presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, como unos talones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) han sido falsificados.A principios del año pasado la empresa de gestión italiana FIN, SA, se ofrecio a los grandes agricultores catalanes, a través de un personaje llamado Visconti, para gestionar unos créditos a fondo perdido que supuestamente la CE habría concedido a España por haber entrado en el club de los doce. Estos créditos a fondo perdido jamás han existido más que en la imaginación de los hábiles estafadores, que cobraban unas cantidades a cambio de la gestión de los mismos "en concepto de minutas" y evitando siempre la palabra comisión, que podía causar recelos en sus confiados clientes.

Firmas falsas de Delors

A fines de diciembre estos propietarios recibieron, tal como esperaban, una carta con membrete del Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agraria (FEOGA) y con la firma de Jacques Delors y de Herming Christophersen, comisario de Agricultura de la CE, para dar credibilidad al documento.

También incluía la misiva talones del Banco Europeo de Inversiones por valor de varios millones de ECU (unidad de cuenta europea, equivalente a 147 pesetas), según la petición formulada, si bien los cheques no podían ser cobrados hasta junio de 1987. En el membrete había un error en la dirección de Bruselas. Pero lo más increíble es que los agricultores catalanes desconocieran que Delors no ha firmado nunca las cartas del FEOGA, que nunca han existido estos créditos a fondo perdido, que en ninguna ocasión el FEOGA paga directamente a particulares, ya que lo hace a través de los Estados, y que ni siquiera supieran que el BEI no emite cheques.

Josep Antoni Duran Lleida, que conoce la estafa porque a su calidad de eurodiputado añade la de abogado a quien se han dirigido varios de los afectados, manifestó que entregó una carta a Delors, quien le expresó su voluntad de investigar el asunto a fondopara que nadie pueda dudar de la honestidad de las instituciones europeas. Duran Lleida explicó que asimismo ha puesto el caso en conocimiento de Lorenzo Natali, vicepresidente de la Comisión, y de los comisarios españoles Manuel Marín y Abel Matutes. Matutes respondió que, al ser responsable de las relaciones entre la CE y el Banco de Inversiones Europeo, tenía ya alguna noticia de la historia, ya que algunos agricultores se habían dinigido al banco comunicando la recepción del talón.

Fuentes próximas a la investigación han señalado que ternen que será difícil conocer el alcance de la estafa, ya que muchos agricultores -algunos personas muy conocidas en el sector- pueden ser reacios a la denuncia, ya que comporta el reconocimiento de su candidez y del desconocímiento del funcionamiento de las instituciones europeas.

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