Miura y Pablo Romero no temen competir con Victorino
Los ganaderos sevillanos Eduardo Miura y Jaime Pablo Romero, que con Victorino Martín, de Galapagar, dirigen tres de las divisas con mayor prestigio actualmente, manifiestan que no tienen miedo a que el cartel de sus legendarios toros se vea superado por el de los de Victorino, aunque admiran la eficaz labor de éste. El triunvirato va a disputarse la hegemonía en la temporada próxima a comenzar. Sin embargo, Pablo Romero no quiere hablar de hegemonías: "Eso debe destacarlo la afición, aunque es indudable que las tres divisas dan un tipo de toro diferente a las demás".
Eduardo Miura no quiere polemizar con Victorino Martín. y sus declaraciones respecto al triunvirato ganadero: "No entro en lo que digan los demás, me limito a continuar nuestra histórica dinastía, lo que no es poco". También afirma sentir un gran respeto por el ganadero de Galapagar y su labor: "Su caso es ejemplar; se trata de un hombre modesto que a base de trabajo ha llegado arriba y ahí se mantiene. Pero no me da miedo la clase de toros que lidie, porque nadie sabe lo que lleva dentro un toro hasta que sale al ruedo, y, por tanto, sobran las previsiones".Para esta temporada, Miura dispone de nueve corridas, de las cuales ya ha contratado seis, que se lidiarán en Castellón, Sevilla, Pamplona, Nimes, Málaga y Madrid, plaza en la que su divisa lleva 10 años sin aparecer. Explica la razón: "Soy muy exigente y no disponía de toros con el trapío adecuado para Las Ventas". Las solicitudes para las otras tres corridas que le quedan se le amontonan en su despacho.
No hay crisis en la fiesta
El propietario de la legendaria ganadería no considera que la fiesta se encuentre en crisis': "Ese cantar", señala, "lo escucho desde niño y nunca, es cierto", Y no critica que las llamadas figuras no se enfrenten a sus toros: "Corno son de una mayor dificultad, es lógico que el que pueda evitarlos lo haga, aunque también es cierto que algunas figuras los matan, como Ruiz Miguel, Dámaso González y ahora Espartaco en la próxima feria de Sevilla, que estoy seguro de que podrá con ellos y triunfará. Si otros toreros no los lidian, es su problema; yo vendo todos los años la camada completa".Miura se queja de la escasa ayuda que recibe la fiesta: "Sólo hemos recibido una pequeña subvención para el pienso. La Administración debería concienciarse de la gran labor que hacemos los ganaderos conservando esta raza única, además de los millones que mueve el espectáculo. De todas formas, y aunque la cría del toro de lidia no sea un gran negocio, los miuras seguirán existiendo siempre".
Pablo Romero lidiará esta temporada ocho corridas, dos más que en 1986, ya adjudicadas -eligiendo entre las 23 peticiones que le llegaron- a Madrid, Nimes, Pamplona, Bilbao, Málaga, Huesca, Logroño y Murcia (esta última, de rejones).
Sus toros llevan cerca de un siglo ininterrumpido compareciendo en Las Ventas, plaza y público favoritos para Pablo Romero. "De darse ese teórico enfrentamiento con los victorinos", añade, "sería en este ruedo donde coincidirnos todos los años, y en el que él ha obtenido cuatro galardones al triunfador de la feria de San Isidro y yo tres, con lo que mi aspiración es empatarle esta temporada".
No obstante, admira la labor del ganadero de Galapagar, al que considera muy listo: "Supo aprovechar un bache de Miura y nuestro para lanzar sus toros, que le respondieron a la perfección, y la divisa quedó encasillada como una de las grandes. Además, domina a la perfección la publicidad; en este tema es un maestro. Espero que su divisa no atraviese ningún bache, pues en un país tan envidioso como España, sería su ruina". Pablo Romero ve a la fiesta en un momento en el que abundan la monotonía y la uniformidad: "Por eso triunfan nuestros toros, que son distintos, y reaparecen los diestros veteranos para enseñar lo que ellos saben".
Considera dentro de esa rutina el hecho de que la mayoría de las llamadas figuras no quiera matar sus toros: "En anteriores épocas, no muy lejanas -ahí están los casos de Ordóñez y Camino, que tuvieron grandes exitos con mi divisa-, las figuras se justificaban alternando las ganaderías duras con las comeirciales. Reconozco que mis toros, como los de Victorino y Miura, aprenden muy rápido, no se les puede dudar, son más listos y con mayor sentido que el resto. Por eso, triunfar con ellos es de un enorme valor, y el verdadero afi cionado le da su importancia".
Babelia
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