Sudor de la frente
Acabo de leer el artículo de Rosa Montero aparecido en EL PAIS del domingo 8 de febrero, y me sugiere algunas ideas.Yo soy economista, con 34 años de edad, y pendiente de mi primer empleo. He pasado por la Universidad y por la DGS franquista. Me he presentado tres veces a oposiciones al Cuerpo de Gestión de Hacienda y una vez al Cuerpo de Administración Civil del Estado. Además soy un buen deportista aficionado.
Pienso que si los demás tienen derecho a tomarse su tiempo, Yo también lo tengo. La sociedad me repite constantemente: tú no estás preparado, no sabes inglés, no sabes informática, no sabes muchas cosas. No tienes experiencia, no estás especializado. Si la sociedad particulariza en mí sus deficiencias, no dándome el derecho al trabajo, yo tengo el derecho de tomarme tiempo para formarme. Si la sociedad me exige, yo exijo que me ayude a especializarme.
Alguien me dirá: ganarás el pan con el sudor de tu frente, lucharás en la vida por conquistar tus derechos Y ejercer tus obligaciones. Estudio y lucho. Y me manifesté en mis tiempos y me quedo con ganas de manifestarme hoy aunque sea ilegalmente. Si la sociedad rompe la legalidad no dando trabajo a casi tres millones de parados, ¿no tendría yo que romper la legalidad para mejor defender mis derechos?
Esto es un razonamiento político, pero también económico: ¿por qué más fondos para formación profesional, para reciclaje de los parados y para una mejor Universidad?
La inversión en capital humano siempre será rentable, aunque sea a medio o largo plazo, y esto redundará en bien del país, en una convivencia más fructífera y pacífica, y todos seremos menos desgraciados.
¿Son los estudiantes maximalistas?-
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