El fiscal acusa a la Embajada libia de facilitar apoyo económico a un grupo terrorista en Madrid
El fiscal de la Audiencia Nacional ha acusado a la Embajada de Libia (Oficina Popular Libia ) en Madrid de haber facilitado ayuda económica al grupo terrorista de origen libanés denominado La Llamada de Jesucristo. El fiscal considera que el grupo recibió también apoyo, aunque no precisa de qué tipo, de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Los nueve presos dos libaneses, un sirio, un jordano, cuatro españoles y un portugués- permanecen en prisión, y el fiscal pide para ellos penas que oscilan entre los 19 y 27 años.
Los nueve miembros o colaboradores del grupo terrorista fueron detenidos en Madrid a primeros de mayo de 1986, poco después de la acusación del Gobierno de Estados Unidos de que Libia apoyaba a diversos grupos del terrorismo internacional y que concluye con el ataque aéreo a Trípolí y otras posiciones libias el 14 de abril. El jefe del grupo en España, el libanés Dany Hanna Joude, implicó en la organización de diversos atentados al embajador libio Ahmed Mohamed Nakaa, que abandonó España el 29 de mayo.Los nueve detenidos fueron procesados en otoño de 1986 por el juez Carlos Dívar, de la Audiencia Nacional, por delitos de terrorismo y tenencia ilícita de armas y de explosivos.
El fiscal considera, en su escrito de conclusiones provisionales, que Dany Hanna Joude era el "jefe de organización", su hermano Faisal Hanna Joude era el "responsable político", el sirio Faried Jazan era el "jefe militar y coordinador" y el jordano Rabah Musa Abu Karnis era el encargado de los servicios de información. Los españoles Pedro Vargas Meridoza, Calixto Bravatas Flores, Felícísimo Barroso Rodríguez y Víctor Becerro García y el portugués Víctor Manuel Romano da Cruz eran colaboradores del grupo.
Terrorismo
Según el relato del fiscal, en 1978 se constituyó en Líbano el grupo armado La Llamada de Jesucristo con la finalidad de "liberar de la dominación sionista el territorio sagrado histórico de Palestina". En 1984, miembros de la organización decidieron trasladarse a Chipre y a España, y al encontrase sin recursos económicos pidieron apoyo a la OLP y ayuda económica a la Embajada de Libia en Madrid, que se la facilitó.
A finales de 1985, los comités ejecutivos de La Llamada de Jesucristo y del Frente de Liberación de Palestina se reunieron en Túnez. En esa reunión, a la que asistieron los hermanos Hanna Joude, Jazan y Abu Karnis, se fijaron como objetivos la destrucción con explosivos de las sinagogas de París y Toledo, la voladura de un avión de la compañía israelí El Al, atentar contra otras 13 sinagogas de distintas ciudades latinoamericanas, atacar los intereses estadounidenses en Europa y matar al embajador de Israel en Venezuela.
Los directivos de la organización en España se pusieron en contacto con ciudadanos españoles para que les prestasen el apoyo necesario para obtener armas y explosivos. Según el fiscal, Pedro Vargas actuó de intermediario para la obtención del armamento. Vargas se entrevistó con Calixto Bravatas, y éste le proporcionó dos pistolas, ocho kilos de explosivos, varios detonadores y mecha lenta, por Felicísimo Barroso ayudó a Bravatas a pasar los explosivos por la frontera de Portugal. En Lisboa se pusieron en contacto con Víctor Becerro y Víctor Romano, que eran los encargados por la organización de colocar un explosivo en las oficinas de la compañía aérea francesa Air France. El artefacto hizo explosión el 11 de abril de 1986, causando importantes daños materiales. Bravatas recibió 250.000 pesetas, y los otros tres, 100.000 cada uno.
Posteriormente Vargas entregó nuevos explosivos a Becerro y Romano para que los colocasen en los locales del Bank of America de la calle del Capitán Haya de Madrid. El 2 de mayo, cuando se dirigían a colocar el artefacto, fueron detenidos. Se les ocuparon 4,5 kilos de explosivo gelamonita, dos detonadores, varios metros de mecha lenta, cables y 34 cartuchos.
El fiscal señala en su escrito que todos los procesados españoles y el portugués, que aportaron armas y explosivos a la organización o realizaron funciones de intermediarios, así como los encargados de la colocación de los explosivos, lo hicieron prestando su pleno y consciente apoyo a la banda La Llamada de Jesucristo. La Llamada de Jesucristo se atribuyó la autoría del atentado contra la sinagoga de la calle de Copérnico de París. Por este atentado fueron detenidos en Francia tres miembros del grupo.
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